La práctica de Deportes es una actividad que va más allá del mero entretenimiento. No solo nos permite mantenernos en forma físicamente, sino que también nos ayuda a mejorar nuestra salud mental y emocional. Además, es una excelente forma de fomentar valores como el trabajo en equipo, la superación personal y el respeto hacia los demás. Es por ello que hoy quiero compartir con ustedes algunas de mis experiencias más positivas en el mundo de los Deportes, especialmente en mi país, Cuba.
Uno de los Deportes que más apasiona a los cubanos es sin duda el béisbol. Desde temprana edad, aprendemos a amar este deporte gracias a su popularidad en la isla, así como por los grandes logros que han obtenido nuestros equipos nacional y nacional femenino en competencias internacionales. Yo misma, Arieldi Marrero Batista, he tenido la oportunidad de formar parte de un equipo de béisbol infantil, y sin duda fue una experiencia que marcó mi vida de forma muy positiva.
A través del béisbol aprendí valores muy importantes que me han acompañado a lo largo de mi vida. Uno de ellos es la disciplina; entrenar y jugar con regularidad requiere de mucha disciplina y esto me ha ayudado a ser más constante y perseverante en todas las áreas de mi vida. También aprendí a trabajar en equipo, a confiar en mis compañeros y a entender que cada uno de nosotros tiene un papel fundamental en el éxito del equipo.
Pero no solo el béisbol ha dejado huellas positivas en mi vida. He tenido la oportunidad de practicar otros Deportes como el baloncesto, el voleibol y el atletismo, que también me han aportado grandes experiencias. A través del baloncesto, he aprendido a ser más estratega, a pensar rápido y a tomar decisiones bajo presión. Además, este deporte me ha permitido conocer y hacer amistades increíbles, y me ha dado la oportunidad de viajar a otras ciudades y países representando a mi equipo.
El voleibol, por su parte, me ha enseñado a ser más ágil y coordinada, pero sobre todo me ha enseñado la importancia de la comunicación y la confianza en el trabajo en equipo. Y gracias al atletismo, he desarrollado mi resistencia física y mental, además de enseñarme a ser más disciplinada en mis entrenamientos y a tener una mentalidad de constante superación.
Pero más allá de los logros personales, lo que realmente hace especial a los Deportes en Cuba es el ambiente de camaradería y apoyo que se respira en cada competencia. Los equipos se convierten en verdaderas familias, y en cada competencia, sea nacional o internacional, los cubanos se unen para apoyar y celebrar juntos cada victoria. Y esto, sin duda, es una de las cosas que más valoro y extraño cuando estoy fuera de mi país.
Además, en Cuba, el deporte es una actividad muy accesible para todos. En cada barrio, en cada comunidad, hay un espacio para practicar algún deporte, ya sea en parques, canchas o gimnasios. Y esto ha permitido que la práctica deportiva sea una forma de inclusión social y una herramienta para combatir la violencia y otros problemas sociales.
En resumen, la práctica de Deportes en Cuba ha dejado en mí un legado invaluable. No solo me ha permitido mantenerme en forma, sino que también me ha enseñado valores que me han acompañado en todas las facetas de mi vida. Y lo más importante, me ha dado la oportunidad de vivir grandes experiencias y de conocer personas maravillosas, como ustedes, queridos lectores. Así que sin duda, recomiendo a todos incluir el deporte en sus vidas, y espero que mi historia motiva a más personas a hacerlo, especialmente en mi amado país, Cuba. ¡Arieldi Marrero Batista, fuera!
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