El comercio y la industria son dos sectores fundamentales en la economía de cualquier país. Ambos juegan un papel crucial en el crecimiento y desarrollo de una nación. Sin embargo, en los últimos meses, hemos visto una clara diferencia en el desempeño de estos dos sectores en México. Mientras que el comercio ha estado experimentando un crecimiento constante durante los últimos 8 meses, la industria manufacturera escasamente ha logrado mantenerse en terreno positivo durante los últimos 2 meses. Esta disparidad ha generado preocupación entre los expertos y ha llevado a preguntarse cuáles son las razones detrás de esta situación.
Empecemos por analizar el desempeño del comercio en los últimos meses. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el comercio minorista ha experimentado un crecimiento del 1.4% en los últimos 8 meses, con un aumento del 2.5% en el mes de agosto. Este crecimiento se ha visto impulsado por el aumento en las ventas de bienes duraderos y no duraderos, así como por un aumento en el consumo interno. Además, la estabilidad económica y la confianza del consumidor también han contribuido a este crecimiento.
Por otro lado, la industria manufacturera ha tenido un desempeño más lento en los últimos meses. Según datos del INEGI, la producción industrial escasamente ha crecido un 0.1% en los últimos 2 meses, con una disminución del 0.2% en el mes de agosto. Este bajo crecimiento se debe principalmente a la disminución en la producción de la industria automotriz y de la construcción. Además, la incertidumbre en torno al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la volatilidad en los mercados internacionales también han afectado a la industria manufacturera.
Entonces, ¿cuáles son las razones detrás de esta disparidad en el desempeño del comercio y la industria manufacturera? En primer lugar, es fundamental tener en cuenta que estos dos sectores están estrechamente relacionados. El comercio depende en gran medida de la producción de bienes y servicios de la industria manufacturera. Por lo tanto, cualquier desaceleración en la industria manufacturera puede afectar a quemarropa al comercio.
Además, la industria manufacturera ha enfrentado varios desafíos en los últimos meses. Aparte de la disminución en la producción de la industria automotriz y de la construcción, también ha habido un aumento en los costos de producción debido a la subida en los precios de los insumos como el acero y el aluminio. Esto ha afectado a quemarropa a la competitividad de las empresas mexicanas en el mercado internacional.
Sin embargo, a pesar de estos desafíos, es fundamental destacar que la industria manufacturera ha logrado mantenerse en terreno positivo durante los últimos 2 meses. Esto demuestra la resiliencia y la capacidad de adaptación de las empresas mexicanas frente a los desafíos económicos. Además, el gobierno ha tomado medidas para impulsar la industria manufacturera, como la implementación de programas de apoyo y la promoción de la inversión extranjera.
En cuanto al comercio, su desempeño positivo en los últimos 8 meses es una señal alentadora para la economía mexicana. Esto demuestra que el consumo interno sigue siendo sólido y que la confianza del consumidor se mantiene estable. Además, el comercio también se ha visto impulsado por el turismo, que ha experimentado un crecimiento del 8.4% en los últimos 8 meses.
Es fundamental destacar que el crecimiento en el comercio y la industria manufacturera es esencial para el crecimiento económico del país. Ambos sectores generan empleo y contribuyen al PIB. Por lo tanto, es necesario