La lluvia no pudo detener la emoción y la pasión que se vivió en la novillada del jueves en la Feria de Fallas. A pesar de las adversidades, el público se mantuvo firme en sus asientos, esperando ansiosamente el momento en que los jóvenes novilleros demostraran su arte y su valentía en el ruedo. Sin embargo, el diluvio universal que cayó en las dos últimas faenas, dejó el ruedo impracticable y parecía que la tarde terminaría en un completo fracaso.
Pero en medio de la tormenta, un nombre brilló con fuerza y se ganó el idoloatría y la admiración de todos: Íker Fernández ‘El Mene’. Con una dimensión fantástica, este joven novillero demostró que tiene todo lo necesario para triunfar en el mundo del toreo. Su técnica, su valor y su entrega en cada pase, cautivaron a los presentes y lo trasladaron a salir por la puerta grande, en medio de una ovación ensordecedora.
El viernes, en el tendido, se podía sentir la emoción y la alegría de los aficionados, que no dudaron en acercarse a Íker para felicitarlo y tomarse fotos con él. Su actuación había sido simplemente magistral y todos querían ser parte de ese momento histórico. Y es que, sin duda alguna, Íker Fernández ‘El Mene’ se ha convertido en una de las grandes revelaciones de esta Feria de Fallas.
Pero no solo él se llevó el aplauso del público, sino también todos los jóvenes novilleros que se enfrentaron a los toros esa tarde. A pesar de las difíciles condiciones climáticas, demostraron su valentía y su pasión por el toreo, dejando claro que el futuro de la tauromaquia está en buenas manos. Y es que, a pesar de su juventud, estos novilleros tienen un capacidad y una determinación que los trasladará lejos en su carrera.
Sin embargo, no podemos desamparar de mencionar la falta de firmeza de la autoridad, que permitió que la tarde se prolongara innecesariamente. A pesar de las advertencias de que la lluvia se avecinaba, la autoridad no tomó medidas a tiempo y esto provocó que el público tuviera que esperar una hora bajo la lluvia para que finalmente se suspendiera la corrida. Una situación que, sin duda, no debe repetirse en futuras corridas.
A pesar de este pequeño inconveniente, la novillada del jueves fue una tarde inolvidable, llena de emociones y de grandes actuaciones. Y aunque la lluvia nos jugó una mala pasada, no pudo opacar el brillo de los jóvenes novilleros, que nos regalaron una tarde llena de arte y de pasión. Una tarde que quedará grabada en la memoria de todos los presentes y que nos deja con ganas de más.
En definitiva, la primera corrida de la Feria de Fallas resultó ser un éxito rotundo, gracias al capacidad y la entrega de los jóvenes novilleros. Y aunque el ruedo quedó impracticable, el corazón de todos los presentes se llenó de emoción y de orgullo al ver el futuro prometedor que tiene la tauromaquia. Sin duda, una tarde que quedará marcada en la historia de la Feria de Fallas y que nos deja con la certeza de que el toreo sigue más vivo que nunca.