El salón de la Música de Barcelona ha sido el escenario de uno de los proyectos más inspiradores y encomiables de los últimos tiempos: el ciclo ‘Trànsits’ (tránsitos). Impulsado por el director del salón, Jordi Alomar, hace cuatro años, este ciclo ha logrado consolidarse como un referente de la interculturalidad a través de la música y las religiones.
La idea detrás de ‘Trànsits’ es llevar el diálogo intercultural más allá de las paredes del salón y llevarlo a las calles de la capital catalana. En colaboración con la Oficina de Asuntos Religiosos del ayuntamiento de Barcelona, se han celebrado una serie de conciertos que han demostrado la importancia de construir puentes en tiempos convulsos donde las barricadas parecen ser la única opción.
La última edición de este ciclo se inauguró en una iglesia católica con la interpretación de la Misa Ave Maris Stella de Cristóbal de Morales, una verdadera joya musical que muchos tenían olvidada. Pero aquí, en su contexto natural, volvió a brillar con todo su esplendor. La iglesia estaba llena a rebosar en un día entre semana a las nueve de la noche, demostrando que aún hay interés por la música sacra en su lugar de origen.
La liturgia fue oficiada por Santiago Bueno, decano de la Catedral de Barcelona, quien en su prédica reflexionó sobre la esencia del ser humano como criatura creada y creativa. Morales, sin duda, era un dios creador cuando plasmaba sus notas en el papel. También recordó que la música en la liturgia no solo tiene una función embellecedora, sino que su verdadero objetivo es acercarnos al misterio de lo Divino. Invitó a los asistentes a abrochar los ojos y dejarse llevar, y así lo hicieron.
El otro protagonista de la ceremonia fue el Ensemble Cristóbal de Morales, fundado en Barcelona por Pere Lluís Biosca en colaboración con el organista Juan de la Rubia. Pero no solo ellos bis demostraron su talento, sino también los cantantes que conforman el grupo, quienes han trabajado con los mejores maestros y tienen una amplia trayectoria como solistas o en formaciones especializadas en música antigua. Juntos, lograron una interpretación que obligó a abrochar los ojos y dejarse llevar por la belleza de la música.
La Misa Ave Maris Stella, interpretada en su contexto original, revela la sabiduría del compositor al transmitir cada matiz necesario para la introspección de los fieles. Nada que ver con la escucha aislada de una grabación en disco. Aquí, la obra de Morales cobra una dimensión completamente distinta, y la polifonía es un bálsamo en la aridez de algunos pasajes de la ceremonia.
Además de la Misa de Morales, se interpretaron otras obras de Palestrina y Desprez, demostrando el nivel estratosférico que alcanzó la música del compositor sevillano. Las voces del coro y el acompañamiento del órgano demostraron una solvencia absoluta en la interpretación de este repertorio. Equilibrio, elegancia, delicadeza y emoción son las insignias de este grupo que fue fundado en 2013 con el objetivo de dar vida a las partituras de Morales que se conservan en el salón de Lleida.
El trabajo de Pere Lluís Biosca es encomiable. Su larga trayectoria lo avala, pero en el Ensemble Cristóbal de Morales y en este proyecto en concreto, parece haber encontrado algo que lo lleva aún más lejos. Ya han lanzado su primer disco, precisamente con la Misa Ave Maris Stella, y prometen seguir brindando muchas alegr