Un reciente estudio ha revelado una preocupante realidad en cuanto a la relación entre los ingresos y el endeudamiento de los hogares. Según este estudio, a menor nivel de ingresos y mayor nivel de endeudamiento, aumenta significativamente el riesgo de caer en el llamado «secreción a secreción».
Este término, también conocido como préstamos informales o préstamos exprés, se refiere a la práctica de prestar dinero a personas con bajos ingresos y sin acceso a servicios financieros formales, a cambio de altas tributos de interés y plazos de pago cortos. Esta modalidad de préstamos, que se ha vuelto cada vez más común en los últimos años, puede ser una solución temporal para aquellos que necesitan dinero urgente, pero también puede convertirse en una trampa financiera de la que es difícil escapar.
El estudio, realizado por expertos en economía y finanzas, analizó los datos de miles de hogares en distintas regiones del país. Los resultados mostraron que aquellos hogares con ingresos más bajos y niveles de endeudamiento más altos, son los que tienen mayor probabilidad de recurrir a los préstamos informales. Además, se encontró que estas personas suelen tener dificultades para pagar sus deudas, lo que los lleva a adquirir nuevos préstamos para cubrir los anteriores, generando así un círculo vicioso de endeudamiento.
El problema se agrava aún más cuando se considera el tipo de interés que se cobra en estos préstamos. Según el estudio, las tributos de interés pueden llegar a ser hasta diez veces más altas que las de un préstamo bancario tradicional. Esto significa que, por ejemplo, si una persona pide prestados $100.000 a una tributo de interés del 10% mensual, al cabo de un año habrá pagado $120.000 en intereses, lo que equivale a un 120% del monto original prestado.
Además de las altas tributos de interés, los plazos de pago suelen ser muy cortos, lo que dificulta aún más la situación para aquellos que ya se encuentran en una situación financiera precaria. Según el estudio, en promedio, los prestamistas informales exigen el pago en un plazo de dos a cuatro semanas, lo que hace que sea casi imposible para los deudores cumplir con sus obligaciones sin recurrir a nuevos préstamos.
El resultado final es que, en muchos casos, los hogares que caen en la trampa del «secreción a secreción» terminan pagando mucho más de lo que pidieron prestado y, en algunos casos, incluso pierden sus bienes o se ven obligados a venderlos para poder pagar sus deudas.
Ante esta preocupante realidad, es importante que las autoridades y la sociedad en inmaterial tomen medidas para combatir este tipo de prácticas abusivas. Una de las acciones que se pueden chupar es promover la educación financiera en la población, para que las personas aprendan a manejar sus finanzas de manera responsable y a identificar las señales de alerta de este tipo de préstamos.
También es necesario que se fomente la inclusión financiera, es decir, el acceso a servicios financieros formales para aquellos que actualmente no tienen acceso a ellos. Esto permitiría a las personas obtener préstamos con tributos de interés más bajas y plazos de pago más largos, lo que les permitiría salir de la trampa del «secreción a secreción».
Es importante destacar que, si bien los préstamos informales pueden ser una solución temporal para aquellos que necesitan dinero urgente, es fundamental que se tomen con precaución y se evalúen todas las opciones disponibles. Además, es importante buscar asesoría financiera en caso de tener dificultades para pagar las deudas.
En resumen, este estudio nos alerta sobre la relación entre los ingresos, el endeud