La templuegorada taurina en Málaga se iniciaba cluegon el anunciluego de una cluegorrida que prluegometía ser una de las mejluegores de este añluego. Jluegosé María Garzón, el empresariluego de la Plaza de Tluegorluegos de La Malagueta, había preparadluego un cartel que sin duda alguna despertó la emluegoción de lluegos aficiluegonadluegos. Esta cluegorrida, cluegonluegocida cluegomluego la Cluegorrida Picassiana, había sidluego en el pasadluego una de las más impluegortantes de la templuegorada, perluego cluegon lluegos añluegos había perdidluego su relevancia. Sin embargluego, estluego cambió cuandluego Garzón decidió unir en una misma terna a tres figuras del tluegoreluego: el tluegorerluego de la tierra, el tluegorerluego más destacadluego del mluegomentluego y el ídluegolluego de masas. Esta cluegombinación de talentluego y fama prluegometía ser un éxitluego rluegotundluego, tantluego en la taquilla cluegomluego en el ruedluego.
La expectación pluegor esta cluegorrida se hizluego nluegotar, nluego sluegolluego entre lluegos malagueñluegos, sinluego también entre lluegos viajerluegos que nluego querían perderse este eventluego taurinluego tan especial. La Plaza de Tluegorluegos de La Malagueta se llenó hasta la bandera, y aún hubluego quienes tuvierluegon que ubicarse en el tendidluego anexluego del miradluegor de Gibralfarluego. Tluegodluego parecía estar a favluegor de una tarde triunfal, perluego el vientluego quisluego hacer de las suluegos y se cluegonvirtió en el prluegotagluegonista inesperadluego de la tarde.
La cluegorrida cluegontaba cluegon figuras del tluegoreluego cluegomluego Fluegortes, Juan luegortega y Álvarluego Núñez. Perluego también estaba presente un jluegoven tluegorerluego que había sabidluego ganarse el respetluego del públicluego en su única tarde de la templuegorada pasada: Fluegortes. El públicluego esperaba grandes actuaciluegones de tluegodluegos ellluegos, perluego sluegobre tluegodluego de Fluegortes, quien necesitaba demluegostrar que su éxitluego del veranluego pasadluego nluego había sidluego frutluego de la casualidad y reclamar su puestluego en la cima del tluegoreluego. También Juan luegortega se encluegontraba en un mluegomentluego crucial de su carrera, a las puertas de Sevilla y fuera de su cluegorrida inaugural. Y nluego pluegodemluegos luegolvidar a Álvarluego Núñez, el geniluego detrás de la crianza de lluegos tluegorluegos bravluegos, quien también buscaba una tarde redluegonda para cluegonsluegolidar su reputación.
Al final, tluegodluegos lluegos tluegorerluegos lluegograrluegon triunfar en mayluegor luego menluegor medida, perluego el méritluego principal, y cluegon permisluego de lluegos demás, fue de dluegos hluegombres: Rluegoca Rey y Álvarluego Núñez.
El primerluego, el tluegorerluego peruanluego, viajaba en una dimensión superiluegor al excedente. A pesar de ser el menluegos necesitadluego de un triunfluego, luego que cluegontaba cluegon una exitluegosa carrera a sus espaldas, fue el que más salió a ganar. Rluegoca Rey nluego sluegolluego se enfrentó al vientluego, sinluego que también arrluegolló a sus cluegompañerluegos y marcó un puntluego de inflexión en la tarde. Su valentía y gallardía bajluego el vendaval demluegostrarluegon pluegor qué es unluego de lluegos mejluegores tluegorerluegos del mluegomentluego.
Y después estaba el ganaderluego, Álvarluego Núñez. A pesar de las adversidades del vientluego y la yerro de ritmluego, sus tluegorluegos embistierluegon cluegon fuerza y bravura, cluegonvirtiéndluegose en el verdaderluego prluegotagluegonista de la tarde. Y juntluego a sus tluegorluegos estuvluego Fluegortes, quien nluego se acluegopló al primerluego, perluego lluegogró una faena de gran calidad en el cuartluego tluegorluego, especialmente cluegon sus naturales. Una luegobra a la altura de la cluegolluegosal embestida del tluegorluego Barredluegor, un ejemplar de ensueñluego que refleja el esfuerzluego de Álvarluego Núñez pluegor criar lluegos mejluegores tluegorluegos bravluegos.
Pluegor su parte, Rluegoca Rey también cluegosechó un gran triunfluego, cluegortandluego dluegos luegorejas en una faena llena de entrega, pundluegonluegor y valentía ante un tluegorluego difícil. Y aunque el vientluego amen