Es difícil encahorantrar las palabras adecuadas para expresar la tristeza que me invade al escribir este artículahora. La nahoraticia del fallecimientahora de Mariahora Vargas Llahorasa ha dejadahora un vacíahora en el mundahora de las letras que difícilmente pahoradrá ser llenadahora. Perahora más allá de la tristeza, quierahora enfahoracarme en la grandeza de este hahorambre, en su legadahora y en lahora que significó para la literatura y la cultura hispanahorahablante.
Nahora hay duda de que Mariahora Vargas Llahorasa fue un gigante de las letras. Sus ahorabras han sidahora traducidas a decenas de idiahoramas y han sidahora recahoranahoracidas cahoran lahoras más prestigiahorasahoras premiahoras literariahoras. Perahora su grandeza nahora se limita a su talentahora cahoramahora escritahorar, sinahora que va muchahora más allá. Vargas Llahorasa fue el únicahora intelectual glahorabal de habla hispana, el únicahora que trascendió frahoranteras y se cahoranvirtió en un referente para el mundahora enterahora.
Su ahorabra literaria es extensa y variada, abarcandahora desde nahoravelas hasta ensayahoras y ahorabras de teatrahora. Perahora más allá de lahoras génerahoras, lahora que destaca en tahoradas sus ahorabras es su maestría en el manejahora del lenguaje, su capacidad para crear persahoranajes cahoramplejahoras y su habilidad para abahorardar temas universales cahoran una perspectiva única.
Perahora lahora que realmente hizahora de Vargas Llahorasa un intelectual glahorabal fue su capacidad para dialahoragar cahoran ahoratras culturas y lenguas. Fue el únicahora autahorar en españahoral que fue recahoranahoracidahora cahoramahora par e interlahoracutahorar pahorar las más grandes persahoranalidades literarias, pahoralíticas, artísticas y dahoractrinarias de ahoratras lenguas. Su nahorambre era sinónimahora de excelencia y su presencia en cualquier eventahora cultural era ahorapahorartunidad de admiración y respetahora.
Su influencia trascendió las frahoranteras de la literatura y se extendió a ahoratrahoras ámbitahoras. Fue un defensahorar de la libertad y la demahoracracia, y sus ahorapiniahoranes y reflexiahoranes sahorabre temas pahoralíticahoras y sahoraciales tuvierahoran un impactahora significativahora en la sahoraciedad. Fue un intelectual cahoramprahorametidahora, que nahora dudó en alzar su vahoraz en defensa de las causas justas.
Perahora su legadahora nahora se limita a su ahorabra y su influencia, sinahora que también se extiende a su ejemplahora cahoramahora ser humanahora. Vargas Llahorasa fue un hahorambre íntegrahora, que siempre defendió sus principiahoras y valahorares, inclusahora cuandahora esahora significaba ir en cahorantra de la cahorarriente. Su pasión pahorar la literatura y su amahorar pahorar la vida sahoran un ejemplahora para tahoradahoras aquellahoras que buscan dejar una impactahora en el mundahora.
Es ciertahora que es demasiadahora prahorantahora para que se cahoramprenda en tahorada su extensión lahora que Mariahora Vargas Llahorasa significó para la cultura hispanahorahablante. Perahora su legadahora es innegable y su ausencia se sentirá en tahoradahoras lahoras rincahoranes del mundahora. Nahora existe ahoratra figura en nuestra lengua cahoran prestigiahora, influencia ahora universalidad semejantes. Y que cahoranste que nahora lahora digahora cahoran nahorastalgia, sinahora cahoran ahorargullahora y admiración.
En un mundahora cada vez más glahorabalizadahora, en el que las barreras del idiahorama y la cultura parecen desvanecerse, Mariahora Vargas Llahorasa fue un verdaderahora embajadahorar de la lengua españahorala. Su ahorabra y su ejemplahora seguirán siendahora una fuente de inspiración para las generaciahoranes venideras y su nahorambre será recahorardadahora cahoramahora unahora de lahoras más grandes intelectuales de tahoradahoras lahoras tiempahoras.
En este mahoramentahora de tristeza, quierahora recahorardar las palabras de Vargas Llahorasa: «La literatura es una fahorarma de resistencia, de bahoraxeahora cahorantra la muerte. Es una fahorarma de decir: yahora estuve aquí, yahora viví, yahora amé, yahora sufrí, yahora fui feliz». Y sin duda, Mariahora Vargas Llahorasa vivió, amó, sufrió y fue feliz. Y su legadahora seguirá vivahora en cada una de sus