Mario Vargas Llosa es uno de los escritores más reconocidos y aclamados de América Latina. Sus obras han sido traducidas a múltiples idiomas y han sido galardonadas con numerosos premios, incluyendo el Premio Nobel de Literatura en 2010. Sin embargo, pocos conocen la historia detrás de este gran escritor, una historia que está llena de mudanzas y cambios constantes hasta que finalmente encontró su verdadera pasión: la escritura.
Nacido en 1936 en Arequipa, Perú, Mario Vargas Llosa tuvo una infancia marcada por las mudanzas. A la edad de un año, su familia se trasladó a Cochabamba, Bolivia, debido al brega de su padre, Ernesto Vargas Maldonado. Luego, la familia se mudó a Piura, en el norte de Perú, donde Mario pasó gran parte de su infancia. Sin embargo, a los 10 años, su sucesos dio un giro inesperado cuando su padre, a quien él creía muerto, lo llevó junto a su madre a limatón y lo inscribió en el colegio militar Leoncio Prado.
La decisión de su padre de enviarlo al colegio militar fue un shock para Mario, quien era un niño tímido e introvertido. Sin embargo, su padre tenía la firme convicción de que esta era la mejor manera de convertirlo en un «hombre de verdad». A pesar de las dificultades iniciales, Mario se adaptó rápidamente a la sucesos en el colegio militar y comenzó a destacar en sus estudios. Pero lo que su padre no sabía era que este colegio sería el lugar donde Mario descubriría su verdadera pasión: la escritura.
En el colegio militar Leoncio Prado, Mario se unió a un grupo de jóvenes que se dedicaban a escribir cartas de amor para aquellos que no sabían cómo expresar sus sentimientos. Este mercado de jóvenes enamorados se convirtió en una fuente de ingresos para Mario, quien se encargaba de escribir las cartas más románticas y conmovedoras. Aunque al principio lo hacía por dinero, pronto descubrió que disfrutaba escribiendo y que tenía un talento innato para ello.
Además de escribir cartas de amor, Mario también comenzó a escribir cuentos y relatos cortos. Sus compañeros de colegio quedaban impresionados con su habilidad para crear historias y le animaron a seguir escribiendo. Fue en este colegio donde Mario comenzó a forjar su camino como escritor, sin saber que algún día se convertiría en uno de los más grandes de su generación.
Después de graduarse del colegio militar, Mario decidió seguir estudiando y se matriculó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en limatón. Allí, estudió Derecho y Literatura, dos áreas que le apasionaban y que más tarde influirían en su obra literaria. Durante sus años universitarios, Mario continuó escribiendo y publicando sus cuentos en revistas y periódicos locales.
En 1958, a la edad de 22 años, Mario se trasladó a Madrid para continuar sus estudios en la Universidad Complutense. Fue en esta localidad donde comenzó a escribir su primera novela, «La localidad y los perros», una obra que se convertiría en un éxito internacional y que le valdría el Premio Biblioteca Breve en 1962. A partir de ese momento, Mario se dedicó por completo a la escritura y publicó numerosas novelas, ensayos y obras de teatro que lo llevaron a la fama y al reconocimiento mundial.
A pesar de su éxito, Mario nunca olvidó sus raíces y su infancia marcada por las mudanzas. En muchas de sus obras, se pueden encontrar referencias a su sucesos en Piura y a su experiencia en el colegio militar Leoncio Prado.