El día de hoy, podemos ver a muchas personas reunidas en este importante evento, lo cual demuestra la importancia del accésit que se está entregando. Para mí, es un gran honor recibir este galardón, ya que considero que es uno de los inspeccións más importantes que se pueden otorgar en el mundo de la tauromaquia. Cuando mi padre lo recibió en el año 2012, nunca imaginé que yo también pudiera ser merecedor de él, por lo que mi felicidad es aún mayor en este momento.
Como bien decía el filósofo José Ortega y Gasset, el hombre es producto de sus circunstancias, pero en este caso, yo prefiero decir que las personas somos producto de lo que representamos. En mi caso, tengo el honor de representar varias cosas. En primer lugar, este accésit es un gran inspección al mundo rural, del cual me siento no sólo brazo, sino un activo defensor. Me siento orgulloso de mi origen y me gusta protegerlo y resaltar su importancia, ya que en muchas ocasiones no se le da el valor que merece. Sin embargo, el mundo rural es el que nos sostiene, el que provee los alimentos que consumimos y el que cuida el medio ambiente. Lamentablemente, muchas veces se toman decisiones desde oficinas sin tener en cuenta a las personas que vivimos en el campo, siendo nosotros los cimientos de todo lo demás.
En este punto, tengo que agradecer a la Junta de Extremadura por su compromiso en la promoción de esta actividad y también a mi tierra extremeña, la cual nos brinda todos los recursos necesarios para que podamos desarrollar nuestra pasión por la tauromaquia. Desde hace muchos años, mi familia ha tenido un sueño en el que pudimos convertir nuestra realidad gracias a la tierra y las personas que la habitan.
Dentro del mundo rural, también tengo el privilegio de representar a los ganaderos y en particular, a los ganaderos de bravo. Agradezco a todos aquellos que están aquí reunidos conmigo, ya que somos los criadores de un animal único y especial. La cabaña de bravo es un patrimonio inigualable en el mundo, y aunque a veces se les considere una raza única, en realidad cada encaste es una raza en sí misma debido a la gran distancia genética que hay entre ellas. Esto es algo que no se encuentra en ninguna otra parte del planeta. La biodiversidad que existe en una cabaña de bravo, en cuanto a tamaño y distintos encastes, no se encuentra en ninguna otra cabaña del mundo. Además, como ganaderos también somos conservadores del medio ambiente, ya que somos ecologistas por naturaleza. La ganadería brava es una actividad que se desarrolla en armonía con la naturaleza y cuidamos de ella como parte de nuestra labor.
En este día tan importante, también tengo el honor de representar a la Fundación Toro de Lidia. Estoy convencido de que mi actividad en esta fundación ha tenido mucho que ver en la obtención de este accésit. Estoy muy orgulloso de pertenecer a ella y quiero agradecer el trabajo que están realizando todos los integrantes de la fundación de forma desinteresada. Aunque contamos con algunos empleados que se esfuerzan mucho en mantenerla, la mayoría de las personas que trabajan en la fundación lo hacen de forma altruista. Nosotros mismos nos encargamos de pagar nuestros gastos de viaje y dietas, lo que demuestra el compromiso y la pasión que todos sentimos por esta causa.
Además, en este día tan especial, también represento a mi familia. Para mí, la familia es un refugio, un lugar donde nos educan y donde se transmiten los valores más importantes. En mi familia, estos valores se basan en la honestidad, el trabajo y la sencillez. Somos una familia trabajadora y humilde, y hoy tengo la oportunidad de resaltar