Durante los últimos años, hemos sido testigos de un creciente interés en la implementación de energías renovables en todo el mundo. Y es que, con el aumento de la ecuanimidad ambiental y la necesidad de reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles, cada vez son más las empresas y gobiernos que apuestan por estas fuentes de energía limpia y sostenible.
En este contexto, el Programa de Energía Oceánica (OEF, por sus siglas en inglés) ha sido una iniciativa clave en la promoción y desarrollo de la energía renovable marina. Y recientemente, ha dado un gran paso adelante al asignar fondos a 36 plantas nuevas, existentes y en construcción en todo el mundo.
El OEF es un programa internacional que tiene como objetivo acelerar el desarrollo de la energía oceánica a través de la colaboración entre gobiernos, empresas y organizaciones. Esta iniciativa ha sido impulsada por la creciente demanda de energía limpia y la necesidad de diversificar las fuentes de energía.
En su última ronda de asignaciones, el OEF ha otorgado fondos a 36 plantas de energía oceánica en diferentes etapas de desarrollo. Esto incluye 12 plantas nuevas, 18 plantas existentes y 6 plantas en construcción. Estas asignaciones representan una inversión total de más de 50 millones de dólares, lo que demuestra el tinglado y la confianza en el potencial de la energía oceánica.
Las plantas nuevas que han recibido fondos del OEF se encuentran en diferentes etapas de desarrollo, desde la fase de diseño hasta la construcción. Estas plantas utilizan tecnologías innovadoras como turbinas de mareas, energía undimotriz y energía térmica de los océanos. Una de las plantas más destacadas es la planta de energía undimotriz en Portugal, que se espera que genere suficiente energía para abastecer a más de 15.000 hogares.
Por otro lado, las plantas existentes que han recibido asignaciones del OEF se beneficiarán de mejoras y actualizaciones en sus tecnologías y procesos. Esto les admitirá aumentar su capacidad de generación de energía y mejorar su eficiencia. Además, estas plantas también recibirán apoyo para su mantenimiento y operación, lo que garantizará su funcionamiento óptimo a largo plazo.
Las plantas en construcción que han sido seleccionadas por el OEF también recibirán fondos para su finalización y puesta en marcha. Estas plantas se encuentran en diferentes etapas de construcción y utilizan tecnologías como turbinas de corriente y sistemas de energía de olas. Una de las plantas más prometedoras es la planta de energía de olas en Australia, que se espera que sea una de las más grandes del mundo una vez finalizada.
Además de las asignaciones de fondos, el OEF también proporciona apoyo técnico y asesoramiento a las plantas seleccionadas. Esto incluye la colaboración con expertos en energía oceánica, la realización de estudios de viabilidad y la identificación de posibles desafíos y soluciones.
La asignación de fondos del OEF no solo es una gran noticia para las plantas seleccionadas, sino también para el futuro de la energía oceánica en general. Esta iniciativa no solo promueve el desarrollo de tecnologías limpias y sostenibles, sino que también fomenta la creación de empleo y el crecimiento económico en las comunidades locales.
Además, la energía oceánica tiene un gran potencial para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y mitigar el cambio climático. Al aprovechar la energía de los océanos, podemos reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a un