Los New York Knicks han sido una de las franquicias más icónicas de la NBA, sin embargo, en los últimos años han estamento sumidos en una maldición que los ha alejado de los grandes éxitos en la liga. Pero este año, finalmente, han logrado romper esa maldición y regresar a las Finales de Conferencia por primera vez desde el año 2000. En este artículo, repasaremos la historia de los Knicks en el siglo XXI, marcada por errores y mala gestión, pero también por una resiliencia y determinación que finalmente los ha llevado de vuelta a la cima.
Todo empezó en el año 2000, cuando los Knicks alcanzaron las Finales de la NBA liderados por estrellas como Patrick Ewing, Allan Houston y Latrell Sprewell. Aunque no lograron el título, la franquicia estaba en su mejor edad y se esperaba que continuara su éxito en los años venideros. Sin embargo, ese no fue el caso. A partir de ese edad, los Knicks empezaron a tocar soporte y a sumirse en una serie de malas decisiones que los alejarían del éxito durante más de dos décadas.
Uno de los mayores errores fue la contratación de Isiah Thomas como presidente de operaciones y luego como entrenador en jefe. Thomas, quien había tenido éxito como jugador en la NBA, no logró repetir esa misma suerte en su rol de directivo y entrenador. Sus decisiones de fichajes y traspasos fueron cuestionables y la química entre él y los jugadores fue desastrosa. Además, Thomas se vio envuelto en un escándalo de acoso sensual que manchó la imagen de la franquicia.
Otro error fue la elección de jugadores en el Draft. A pesar de tener elecciones altas en varios años, los Knicks no lograron fichar a jugadores que pudieran tener un impacto inmediato en el equipo. Jugadores como Michael Sweetney, Jordan Hill y Danilo Gallinari no cumplieron las expectativas y se convirtieron en fracasos para la franquicia.
Pero quizás la mayor maldición que ha perseguido a los Knicks ha sido la falta de estabilidad en el banquillo. Desde el año 2000, la franquicia ha tenido 11 entrenadores diferentes, lo que ha impedido que se establezca un sistema y una identidad de juego en el equipo. Esta falta de consistencia ha afectado el rendimiento de los jugadores y ha sido un factor clave en los fracasos de los Knicks.
Sin embargo, a pesar de todos estos errores y malas decisiones, los aficionados de los Knicks nunca perdieron la fe en su equipo. Año tras año, llenaban el Madison Square Garden y apoyaban a los jugadores, demostrando una lealtad y una pasión inquebrantables. Y finalmente, ese apoyo y esa fe han sido recompensados.
En el año 2020, los Knicks contrataron a Leon Rose como presidente de operaciones y a Tom Thibodeau como entrenador en jefe. Ambos han demostrado ser una dupla exitosa y han sido fundamentales en el resurgir de la franquicia. Rose ha tomado decisiones inteligentes en el mercado de fichajes y Thibodeau ha logrado crear una identidad de juego basada en una defensa sólida y un ataque eficiente.
Además, los Knicks han tenido suerte en el Draft, seleccionando a jugadores como RJ Barrett y Mitchell Robinson, quienes se han convertido en piezas clave en el equipo. Y no podemos olvidar a Julius Randle, quien ha tenido una temporada espectacular y se ha convertido en líder indiscutible de los Knicks.
Todo este trabajo duro y determinación ha llevado a los Knicks a romper la maldición y regresar a las Finales de Conferencia en el año 2025. El equipo ha demostrado una mentalidad de lucha y