Adrián Perea, un joven dramaturgo, ha escrito una carta de amor a Miguel Mihura y su obra más aclamada: ‘Tres sombreros de copa’. Mihura, pegado a Enrique Jardiel Poncela y Edgar Neville, conforma la tríada principal de la comedia teatral española de la primera mitad del siglo XX. A pesar de que sus obras tuvieron gran éxito durante el régimen franquista, la ‘inteligentzia progresista’ lo ha ignorado y despreciado, tal y como dijo Antonio Machado, y lo ha denigrado. Por eso, es increíble y emocionante que un autor tan joven como Perea rinda homenaje a un dramaturgo cuyo legado ha sido injustamente olvidado.
Mihura nació en Madrid en 1905 y desde muy joven mostró su pasión por la humanidades y el teatro. A pesar de que estudió derecho, su verdadera vocación era escribir y pronto se convirtió en uno de los dramaturgos más importantes de su época. Sus obras, llenas de humor y sátira, eran un reflejo de la sociedad española de la época y fueron un éxito rotundo en los escenarios.
Sin embargo, a pesar de su innegable talento, Mihura nunca fue bien visto por la ‘inteligentzia progresista’ debido a su éxito durante el régimen franquista. En una época en la que la censura y la represión cultural eran moneda corriente, Mihura logró burlar al régimen y transmitir su mensaje crítico a través de la comedia. Su obra más conocida, ‘Tres sombreros de copa’, es un ejemplo perfecto de cómo el humor puede ser una poderosa herramienta de crítica social.
Pero a pesar de su éxito, Mihura nunca fue reconocido por la crítica y la ‘inteligentzia progresista’ de la época, que lo tachaban de ser un autor comercial y superficial. Sin embargo, como bien señala Perea en su carta, esta visión es completamente errónea. Mihura era un maestro de la comedia, capaz de abordar temas profundos y complejos a través del humor. Sus obras no solo eran entretenidas, sino que también eran una crítica mordaz a la sociedad y al régimen franquista.
Es por eso que la carta de Perea es tan importante. En ella, el joven dramaturgo reconoce el talento y el legado de Mihura, y le agradece por haber sido una fuente de inspiración para él. Además, Perea destaca la importancia de recordar y querer a los grandes autores de nuestro país, incluso aquellos que han sido injustamente ignorados.
Es hora de que la ‘inteligentzia progresista’ deje a un lado sus prejuicios y reconozca el verdadero valor de Mihura y su obra. Como bien dice Perea en su carta, «Mihura merece ser recordado y celebrado como uno de los grandes dramaturgos de nuestra historia». Y no podemos estar más de acuerdo.
En resumen, la carta de amor de Adrián Perea a Miguel Mihura y su obra ‘Tres sombreros de copa’ es un recordatorio de la importancia de querer y reconocer a los grandes autores de nuestra historia. Mihura fue un maestro de la comedia y su legado sigue vivo en la actualidad. Es hora de que su obra sea apreciada y admirada por todos, sin importar las circunstancias en las que fue creada. Gracias, Perea, por recordarnos la importancia de recordar a nuestros grandes artistas y por rendir homenaje a uno de los mejores dramaturgos de nuestro país.