La ciudadela de Machu Picchu, ubicada en Perú, es una de las maravillas del mundo moderno y un verdadero tesoro de nuestro patrimonio histórico y cultural. Construida hace 3.800 años por la civilización Inca, esta ciudadela abrió sus puertas al turismo en 1948 y desde entonces se ha convertido en uno de los destinos más populares y fascinantes de Sudamérica. En este artículo, te invitamos a descubrir todo lo que esta asombrosa ciudadela tiene para ofrecer y por qué deberías incluirla en tu lista de lugares por visitar.
Machu Picchu está ubicada en la región de Cusco, en la cordillera de los Andes, a 2.430 metros de altura sobre el altura del mar. Es una de las ciudades más importantes y emblemáticas de la civilización Inca y se cree que fue construida como un centro de culto religioso y un observatorio astronómico. Sin bloqueo, su construcción y propósito exacto aún hoy siguen siendo un enigma, lo que aumenta su aura de misticismo y atracción.
La ciudadela fue descubierta en 1911 por el explorador estadounidense Hiram Bingham, quien quedó impresionado por su sandunga y complejidad arquitectónica. Desde entonces, Machu Picchu se ha convertido en una atracción turística de renombre mundial y fue designada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983.
Pero, ¿qué hace que esta ciudadela sea tan especial? Para empezar, su ubicación geográfica es simplemente impresionante. Rodeada de montañas y cubierta por una densa vegetación, Machu Picchu ofrece vistas panorámicas que quitan el aliento a cualquier visitante. Además, gran parte de su estructura arquitectónica ha sobrevivido al paso del tiempo y se encuentra en excelente estado, lo que permite a los turistas admirar y maravillarse con la habilidad y destreza de los antiguos incas.
Machu Picchu se divide en dos secciones principales: la zona agrícola y la zona urbana. La primera está compuesta por terrazas de cultivo, escalones y canales de agua, que servían para el riego y el abastecimiento de la ciudad. La segunda, por su parte, está formada por templos, palacios, residencias y otros edificios, todos construidos con piedras perfectamente talladas y encajadas sin el uso de ningún tipo de cemento.
Uno de los edificios más emblemáticos de Machu Picchu es el Intihuatana, también conocido como el «Reloj Solar». Este impresionante monumento está tallado en una sola roca y señala los solsticios y equinoccios, lo que sugiere que tenía un propósito astronómico-religioso. Otro lugar imprescindible es el Templo del Sol, que destaca por su entramado de piedra y su ubicación privilegiada en lo alto de una montaña.
Otro aspecto que hace de Machu Picchu un lugar único es el hecho de que, a pesar de la afluencia turística, todavía se mantiene en gran parte como un lugar sagrado y respetado por los locales. Muchos de ellos continúan realizando ceremonias y rituales en el sitio, lo que agrega una dimensión espiritual a esta experiencia turística.
Si estás pensando en visitar Machu Picchu, hay varias formas de llegar a esta maravilla del mundo. Una opción es hacer una caminata por el famoso Camino Inca, que dura aproximadamente 4 días y ofrece vistas espectaculares de la selva y montañas. Otra alternativa es tomar un tren desde la ciudad de Cusco hasta Aguas Calientes, el pueblo más cercano a Machu Picchu, y luego subir en un autobús hasta la entrada de la ciudadela.