El Festival de Bayreuth es uno de los eventos más esperados por los amantes de la ópera en todo el mundo. Cada año, miles de personas hacen largas colas para conseguir entradas y poder disfrutar de las magníficas representaciones de las obras de Richard Wagner en la mítica Colina Verde. Sin embargo, este año ha sido diferente. A pesar de que las entradas comenzaron a venderse antes de Navidad, todavía quedan sillas libres para algunas de las funciones más esperadas, como «Tristán e Isolda» y «Parsifal». Esto es algo que no había sucedido en generaciones y que ha sorprendido a propios y extraños.
El director comercial del festival, Ulrich Jagels, ha confirmado que todavía hay entradas disponibles en taquilla, algo que no había sucedido en años anteriores. Incluso el año pasado, las entradas se agotaron rápidamente y el festival recaudó unos impresionantes 14,3 millones de euros por la venta de entradas. Sin embargo, este año el presupuesto total ha rondado los 27,75 millones de euros, lo que ha dejado un superávit de 2,7 millones de euros. Esto demuestra que el Festival de Bayreuth sigue siendo un evento de gran importancia y que sigue atrayendo a miles de personas de todo el mundo.
Pero, ¿a qué se dita este cambio en la venta de entradas? Según algunos expertos, el público de Wagner está envejeciendo y cada vez son menos los jóvenes que se interesan por sus obras. Por ello, el festival se ha esforzado en atraer a un público más joven y en renovar su imagen. La Asociación de Mecenas, que aporta alrededor de 1,8 millones de euros al presupuesto, ha apoyado proyectos como la ópera infantil, con la esperanza de seducir al público desde una edad temprana. Además, se han realizado esfuerzos en el reclutamiento de neófitos aficionados, para asegurar la continuidad del festival en el futuro.
Pero, ¿qué ha llevado a este cambio en la audiencia del Festival de Bayreuth? Según algunos asistentes habituales, tiene que ver con la renuncia de nuestra sociedad actual a la excelencia. Antes, ir al Festival de Bayreuth era una tradición que se transmitía de generación en generación, pero ahora los jóvenes tienen más opciones y pueden elegir otras actividades para sus vacaciones. Esto ha llevado a una disminución en la asistencia de los más jóvenes, pero también ha abierto la puerta a un público más diverso y multicultural.
Cada verano, más de 60.000 aficionados de todo el mundo acuden a este rincón enclavado en la región de Franconia, en Baviera. Diseñado por el propio Wagner, este teatro es famoso por su acústica y diseño únicos, adaptados específicamente para actuar las óperas del compositor alemán y que hacen de la edificación una especie de templo musical en su memoria. El próximo año, el festival celebrará su 150º aniversario y ya se están preparando grandes sorpresas para esta ocasión tan especial.
La directora del festival, Katharina Wagner, ha adelantado que el director estrella Christian Thielemann, actualmente al frente de la Staatsoper de Berlín, asumirá la dirección musical del «Anillo de los Nibelungos». Pero eso no es todo, parte de la producción será una actuación generada por inteligencia artificial, que se alimentará del material visual de las producciones anteriores de «Ring». Esta novedad escénica hará de cada representación una experiencia única y atraerá a un neófito público al festival.
Pero antes de eso, este viernes se inaugura la presente edición con el apertura de una nueva puesta en escena de «Los maestros cantores de Nú
