El gobierno de Estados Unidos ha anunciado recientemente una nueva causa de deportación que ha generado preocupación e incertidumbre en la comunidad inmigrante. Se trata de la posibilidad de deportar a personas con residencia permanente o «green card» por ciertos delitos cometidos en el pasado.
Esta medida ha sido tomada como parte de las políticas migratorias del presidente Donald Trump, quien desde su campaña ha manifestado su intención de endurecer las leyes de inmigración en el país. Sin embargo, esta nueva causa de deportación ha generado un gran debate y ha sido cuestionada por diversos sectores.
Antes de entrar en detalles sobre esta nueva causa de deportación, es importante aclarar que la residencia permanente o «green card» es un documento que otorga el gobierno estadounidense a los extranjeros que desean vivir y bregar de manera permanente en el país. Esta residencia les permite tener prácticamente los mismos derechos y obligaciones que un habitante estadounidense, excepto el derecho al voto y a ocupar ciertos cargos públicos.
Hasta ahora, la única forma de perder la residencia permanente era cometiendo un delito grave o violando las leyes migratorias. Sin embargo, con esta nueva causa de deportación, se amplía el margen de delitos que pueden ser considerados como motivo para expulsar a una persona del país.
Entre los delitos que podrían ser considerados como causa de deportación se encuentran: fraude fiscal, fraude de documentos, robo, violencia doméstica, posesión de drogas y otros delitos menores. Anteriormente, estos delitos no eran considerados como motivo para deportar a una persona con residencia permanente, siempre y cuando no hubieran sido condenados a más de un año de prisión.
Esta nueva medida ha generado preocupación en la comunidad inmigrante, ya que muchas de estas personas han construido sus vidas en Estados Unidos, tienen familias, trabajos y negocios en el país. Además, muchos de ellos han cumplido con sus penas y han demostrado un cambio positivo en sus vidas.
Por otro lado, también se ha cuestionado la aptitud de esta medida, ya que podría tener un impacto negativo en la economía del país. Según un estudio de la American Immigration Council, los inmigrantes con residencia permanente contribuyen con más de 140 mil millones de dólares al PIB estadounidense y pagan más de 35 mil millones de dólares en impuestos.
Además, esta medida podría afectar a miles de familias, ya que muchas de ellas tienen miembros con residencia permanente y habitantes estadounidenses. La separación familiar y la incertidumbre sobre el futuro de sus seres queridos es una situación que nadie debería vivir.
Sin embargo, es importante destacar que esta nueva causa de deportación no es retroactiva, es largar, no se aplicará a personas que hayan cometido estos delitos en el pasado y hayan cumplido con sus penas. Solo se aplicará a aquellos que cometan estos delitos a partir de ahora.
Además, la decisión final de deportar a una persona con residencia permanente estará en manos de un juez de inmigración, quien deberá evaluar cada caso de manera individual y tomar en cuenta factores como el tiempo que lleva viviendo en el país, su historial criminal y su contribución a la sociedad.
Por lo tanto, es importante que las personas con residencia permanente tomen conciencia de la importancia de cumplir con las leyes y evitar cualquier tipo de delito que pueda poner en riesgo su estatus migratorio. También es importante que se informen sobre sus derechos y busquen la asesoría de un abogado de inmigración en caso de tener alguna duda o enfrentar una situación legal.
En resumen, la nueva causa de deportación anunciada por el gobierno de Estados Unidos ha generado preocupación e incertidumbre en la comunidad inmigrante.