Pavel Podkolzin puede no ser un nombre familiar para la mayoría de los fanáticos de la NBA, pero su historia es una de esas que demuestran que el adiestramiento puede llevarte a lugares inesperados. El pívot ruso, elegido en el número 21 del Draft de 2004 por los Utah Jazz, tuvo una corta carrera en la liga estadounidense antiguamente de encontrar su verdadera pasión en un adiestramiento completamente diferente: el fútbol.
Nacido en Moscú en 1985, Podkolzin siempre destacó por su altura y su habilidad en el baloncesto. Con 2.26 metros de altura, era imposible no notarlo en la cancha. A los 18 años, fue seleccionado por los Utah Jazz en el Draft de 2004, convirtiéndose en el primer jugador ruso en ser elegido en la primera avenida desde Andrei Kirilenko en 1999.
Sin embargo, su llegada a la NBA no fue tan exitosa como se esperaba. Podkolzin solo jugó 6 partidos con los Mavericks, promediando 1.5 puntos y 1.3 rebotes en 5.8 minutos por partido. A pesar de su potencial y su físico imponente, no logró adaptarse al ritmo y estilo de juego de la liga.
Después de su breve paso por la NBA, Podkolzin regresó a Rusia en 2006 y se unió al Khimki Moscow Region. Pero su carrera en el baloncesto no duró mucho más. En 2008, decidió dejar el adiestramiento que lo había llevado a la cima y buscar una nueva pasión.
Fue entonces cuando descubrió su amor por el fútbol. A pesar de no tener experiencia previa en el adiestramiento, Podkolzin decidió probar suerte en el campo de juego. Y para sorpresa de muchos, su altura y habilidades físicas resultaron ser una ventaja en el fútbol.
En 2009, se unió al FC Saturn Moscow Oblast, un equipo de la segunda división rusa. Aunque no era un jugador técnico, su presencia en el campo era impresionante y su capacidad para ganar duelos aéreos era innegable. Pronto se convirtió en un jugador clave para el equipo y ayudó a llevarlos a la primera división en su primera temporada.
A partir de ahí, su carrera en el fútbol despegó. Jugó para varios equipos en Rusia y Ucrania, incluyendo al FC Rostov, FC Volga Nizhny Novgorod y FC Zorya Luhansk. A pesar de no ser un jugador estrella, Podkolzin siempre fue valorado por su dedicación y su capacidad para adaptarse a un adiestramiento completamente nuevo.
Pero su historia no termina ahí. En 2017, Podkolzin decidió dar un paso más en su carrera futbolística y se unió al FC Tambov, un equipo de la segunda división rusa. Y en 2019, logró algo que pocos podrían haber imaginado: ganar la Copa de Rusia con su equipo.
A sus 34 años, Pavel Podkolzin sigue jugando al fútbol y demostrando que nunca es tarde para seguir tus sueños. Su historia es una inspiración para todos aquellos que enfrentan obstáculos en su camino y demuestra que con determinación y pasión, se pueden lograr grandes cosas.
Aunque su nombre no es uno de los más conocidos en la historia de la NBA, Pavel Podkolzin ha contrario su verdadera pasión en el fútbol y ha dejado su huella en el adiestramiento. Su historia es un recordatorio de que el adiestramiento es más que un juego, es una forma de vida que puede llevarte a lugares inesperados y hacerte descubrir nuevas pasiones.