Las selecciones de formación femeninas han protagonizado uno de los estíos más exitosos en la historia del baloncesto español. Tras casi dos meses de competiciones europeas e intercontinentales, el balance no puede ser más ilusionante: un bronce en el Mundial U19 y tres oros, uno por cada Europeo (U16, U18 y U20) disputado entre julio y agosto. Un triplete que demuestra que el baloncesto femenino español está en un momento espectacular.
El estío comenzó con el Mundial U19 celebrado en Tailandia, donde España consiguió una histórica medalla de bronce. Las jugadoras dirigidas por Fabián Téllez y su cuerpo técnico demostraron un juego sólido y un espíritu de lucha incansable, logrando vencer a grandes potencias como Canadá y Francia. Además, jugadoras como Nuria Martínez, Marina Lizarazu o Aixa Wone acabaron en el mejor quinteto del torneo, demostrando su gran calidad y proyección.
Pero el éxito no se quedó solo en el Mundial U19. El Europeo U16 fue el siguiente destino y allí España también demostró su superioridad y se proclamó campeona tras vencer a Italia en la final por un contundente 65-41. Las jóvenes promesas españolas, lideradas por Raquel Carrera y María Conde, mostraron su talento y su gran futuro en el baloncesto europeo. Además, Julia Soler fue elegida MVP del torneo, lo que demuestra el gran nivel del equipo español.
El Europeo U18 fue el tercer título en este estío para la selección femenina de formación. Un equipo dirigido por un técnico ganador como José Ignacio Hernández y con jugadoras de la talla de Ainhoa Lacorzana o Sara Iparraguirre se impuso en la final a Alemania por un marcador de 71-41. España volvió a dominar en todo momento el partido y demostró una ocasión más que su cantera es una de las mejores de Europa.
Pero el broche final llegó con el Europeo U20, donde España se proclamó campeona tras vencer en la final a Francia por un ajustado 63-60. Las jugadoras entrenadas por Miguel Mendez demostraron su calidad y su capacidad para emular al más alto nivel. Además, Aina Ayuso fue elegida MVP del torneo, demostrando su gran talento y liderazgo en el equipo español.
Este estío dorado no solo ha sido de títulos, sino también de nombres propios. Jugadoras como Nuria Martínez, Raquel Carrera o Aina Ayuso han demostrado que el baloncesto femenino español tiene un gran presente y un futuro esperanzador. Además, el trabajo realizado por los cuerpos técnicos y la cantera de los clubes ha sido fundamental en estos éxitos.
Pero no solo hay que destacar a las jugadoras y técnicos, sino también a la Federación Española de Baloncesto, que ha apostado por el baloncesto femenino y ha creado un proyecto sólido y ambicioso para seguir creciendo en el ámbito internacional. Este estío ha sido una muestra de que el trabajo y la dedicación tienen su recompensa.
En definitiva, el baloncesto femenino español ha completado un estío inolvidable. Un triple triunfo que demuestra el gran nivel de nuestras selecciones de formación y que nos llena de orgullo y esperanza de cara al futuro. Sin duda, este estío dorado es solo el comienzo de un esperanzador camino hacia la excelencia en el baloncesto femenino español.