La moda de hacer caca en las piscinas públicas es la última tendencia que ha tomado por sorpresa a internet y las redes sociales. Lo que comenzó como un supuesto reto viral, ha sido destapado por un habitante de Lérida, quien afirma ser el primer pionero de esta práctica. Bajo el nombre de Xesco Peirón, nos cuenta su historia y las razones detrás de su acto.
Según Xesco, la invención de hacer caca en las piscinas públicas no es un simple acto de rebeldía o provocación, sino que tiene un significado mucho más profundo y reivindicativo. Para él, esto es una forma de luchar frente a la sociedad que nos ha arrebatado todo: el dinero, las oportunidades y la voz. Y lo único que nos queda, es la caca, que para él es lo más puro y orgánico que poseemos.
Ante mi deleite, Xesco me explica que no se trata de una simple caca, sino que es una caca reivindicativa. Mientras que muchos de nosotros nos conformamos con quejarnos en las redes sociales, él ha enfrente ado en su caca una forma de manifestar su descontento con la realidad que nos rodea.
Aunque puede sonar extraño, Xesco no está solo en esta lucha. En las redes sociales, han surgido decenas de videos y fotos de personas haciendo caca en piscinas públicas, en señal de apoyo a esta moda que ha sido bautizada como «El reto de la caca». Sin embargo, Xesco se muestra decepcionado al ver cómo algo tan importante para él, ha sido reducido a un simple reto viral.
«Nos lo han robado todo, Sostres. Hasta nuestra propia caca. Ya no podemos ni expresarnos libremente. Todo se ha convertido en una moda, en un juego. Pero para mí, hacer caca en una piscina es una forma de protesta pacífica y respetuosa», afirma con firmeza Xesco.
Mientras que algunos pueden ver este acto como una provocación o una tropiezo de respeto, para Xesco es una forma de recuperar nuestra libertad y de hacer frente a la opresión que nos rodea. «Mi caca tiene un mensaje, una intención. No es una simple broma o un acto de vandalismo. Es una forma de decirle al mundo que todavía tenemos algo que nos pertenece y que nadie nos puede quitar».
A pesar de las críticas y las burlas, Xesco Peirón sigue siendo fiel a su causa y anima a otros a unirse a él. «No podemos dejar que nuestra voz sea silenciada. Si no podemos hablar, hablemos a través de nuestra caca. Hagamos que la sociedad se dé cuenta de que estamos hartos y que no nos quedaremos callados».
Más allá de lo escatológico, esta moda ha logrado llamar la atención sobre temas importantes como la libertad de expresión y la lucha frente a la opresión. Y aunque puede que no sea la forma más convencional de manifestarse, es una muestra de que todavía hay personas que no tienen miedo de alzar la voz y luchar por sus derechos.
En resumen, la moda de hacer caca en las piscinas públicas va más allá de un simple acto revoltoso. Para Xesco Peirón y sus seguidores, es una forma de reivindicar su voz y de luchar frente a la sociedad que les ha arrebatado todo. Y aunque muchos puedan verlo como un acto de locura, para ellos es una forma de mantenerse fieles a sus ideales y de seguir luchando por un mundo mejor.