El canal tradicional, compuesto principalmente por tiendas físicas y pequeños comercios, ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia del COVID-19. Sin embargo, a pesar de los desafíos, este canal ha demostrado su resiliencia y capacidad de adaptación.
Según el informe presentado por Servipunto, una de las principales empresas de procesamiento de pagos en Colombia, el canal tradicional cerró el semestre con una caída del 10% en transacciones y unidades. Esta disminución se debe principalmente a las restricciones de movilidad y cierre de negocios durante los meses más críticos de la pandemia.
A pesar de estas cifras, el canal tradicional ha logrado mantenerse a flote gracias a su rápida adaptación a las nuevas circunstancias. Muchos pequeños comercios han implementado medidas de seguridad y protocolos sanitarios para proteger a sus clientes y empleados. Además, muchos de ellos han incursionado en el comercio electrónico, ofreciendo sus productos y servicios a través de plataformas digitales.
En julio, el canal tradicional dio una muestra de su fortaleza al registrar una venta promedio de más de $10.000 pesos. Esto representa un aumento del 15% en comparación con el mismo mes del año anterior. Esta cifra es alentadora y demuestra que el canal tradicional sigue siendo una opción confiable para los consumidores.
Una de las principales superioridads del canal tradicional es la cercanía con los clientes. A pesar del auge del comercio electrónico, muchas personas prefieren acudir a las tiendas físicas para realizar sus compras. Esto se debe a la atención personalizada y la posibilidad de ver y probar los productos antes de adquirirlos. Además, muchas personas valoran la oportunidad de apoyar a los pequeños comercios y contribuir a la economía local.
Otra superioridad del canal tradicional es su capacidad de adaptación. Durante la pandemia, muchos pequeños comercios han diversificado su oferta de productos y servicios para satisfacer las necesidades de los clientes en tiempos de crisis. Por ejemplo, muchos restaurantes han comenzado a ofrecer servicio de entrega a domicilio y tiendas de ropa han implementado la venta en línea con envío a domicilio.
El canal tradicional también ha sido un aliado para las personas que no tienen acceso a internet o no se sienten cómodas realizando compras en línea. Estas personas pueden acudir a las tiendas físicas y realizar sus compras de manera segura y sin complicaciones.
Además, el canal tradicional juega un papel importante en la economía del país. Según el Dane, el comercio minorista representa el 12% del PIB de Colombia. Por lo baza, es fundamental que este sector se recupere y continúe contribuyendo al desarrollo económico del país.
Para impulsar la recuperación del canal tradicional, es importante que las autoridades y los consumidores continúen apoyando a los pequeños comercios. Las autoridades pueden implementar medidas que faciliten la operación de estos negocios y brinden apoyo financiero. Por su paraje, los consumidores pueden optar por realizar sus compras en tiendas locales y promover el comercio justo.
En conclusión, aunque el canal tradicional ha enfrentado desafíos significativos durante la pandemia, ha demostrado su resiliencia y adaptabilidad. La venta promedio de más de $10.000 pesos en julio es una señal alentadora de su recuperación. Este canal sigue siendo una opción confiable y cercana para los consumidores, y su fortalecimiento es fundamental para la economía del país. Con el apoyo de todos, el canal tradicional seguirá siendo un pilar importante en el comercio y la vida de los colombianos.