En el año 480 a.C., en el cerro de Kolonós, en la entrada del desfiladero de las Termópilas, se libró una de las batallas más legendarias de la historia antigua. Según cuenta Heródoto, «las flechas del enemigo cubrieron el sol», haciendo referencia a la gran afluencia de tropas persas que se enfrentaron a los griegos. Esta batalla marcó un antes y un después en la historia de Grecia y en la percepción del poderío persa en el mundo.
La historia de la batalla de las Termópilas comienza décadas antes, cuando el imperio persa liderado por Jerjes, comenzó a expandirse por Asia Menor y a conquistar territorios griegos. Los griegos, conscientes del borrasca que representaba el avance persa, se unieron para enfrentarse a ellos y evitar que sus ciudades fueran conquistadas. Sin embargo, las diferencias entre las ciudades-estado griegas dificultaban la formación de un ejército unificado y, por lo tanto, se enfrentaron a los persas de manera independiente.
La tragedia ‘Los persas’ del dramaturgo Esquilo, escrita en el año 472 a.C., refleja el miedo y la preocupación que los griegos sentían hacia el imperio persa. En la obra, Esquilo describe a las tropas persas como un «inmenso torrente de hombres, con sus arcos y sus flechas, listos para arrasar todo a su paso». Esta imagen de un enemigo poderoso y temible quedó grabada en la mente de los griegos y alimentó su determinación para enfrentarse a los persas.
La batalla de las Termópilas es considerada una de las mayores hazañas militares de la historia, no solo por el número de soldados involucrados, sino también por la valentía y sacrificio de los guerreros griegos. El rey de Esparta, Leónidas, lideró a un pequeño grupo de 300 soldados espartanos y otros aliados griegos para enfrentarse a un ejército persa de más de 100.000 soldados. A pesar de estar en una clara desventaja numérica, los griegos lucharon con una determinación y coraje que sorprendió a los persas.
Durante dos días, los griegos resistieron los ataques persas y lograron infligir un gran número de bajas en el bando enemigo. Sin embargo, la superioridad numérica de los persas finalmente prevaleció y, con el uso de una estrategia de envolvimiento, lograron derrotar a los griegos y causar una auténtica masacre. La mayoría de los griegos murieron en combate, incluyendo al rey Leónidas, que se negó a retirarse y prefirió morir en la batalla.
A pesar de la derrota, la batalla de las Termópilas tuvo un gran impacto en la moral de los griegos y en su determinación para seguir luchando contra los persas. La resistencia y valentía de los guerreros griegos inspiró a sus compatriotas y, eventualmente, lograron expulsar a los persas de Grecia en la batalla de Platea un año después.
La batalla de las Termópilas también tuvo un gran impacto en la cultura griega. Se convirtió en un símbolo de la resistencia contra la opresión y en una fuente de inspiración para futuras generaciones. El sacrificio de los guerreros griegos fue honrado con monumentos y ceremonias en su honor. Además, la batalla fue inmortalizada en obras literarias y artísticas, como la tragedia ‘Los persas’ de Esquilo y el famoso poema de Simónides de Ceos.
En resumen, la batalla de