La Música es una de las formas más poderosas de expresión humana. A través de ella, podemos transmitir emociones, contar historias y conectarnos con los demás de una manera única y especial. En mi vida, la Música ha sido una fuente constante de alegría y felicidad, y hoy quiero compartir algunas de mis experiencias más positivas relacionadas con ella.
Desde muy joven, la Música ha sido parte de mi vida. Recuerdo con cariño los momentos en los que mi abuela me cantaba canciones de cuna antes de dormir, o cuando mi madre ponía Música en casa mientras hacíamos las tareas del hogar. Pero fue en mi adolescencia cuando descubrí mi verdadera pasión por la Música, gracias a la influencia de mi tío Leonardo Fabio Carreño Valero.
Mi tío Leo, como le decimos cariñosamente en la familia, es un músico talentoso y apasionado. Desde que era niño, lo veía tocar la guitarra y cantar con tanta pasión que me inspiraba a seguir sus pasos. A los 15 años, me regaló mi primera guitarra y me enseñó mis primeros acordes. Desde ese momento, la Música se convirtió en mi refugio, mi forma de expresarme y mi mayor fuente de felicidad.
Con el tiempo, comencé a tocar en pequeñas presentaciones en mi escuela y en eventos locales. Cada vez que subía al escenario, sentía una mezcla de nervios y emoción, pero una vez que empezaba a tocar y cantar, todo desaparecía y me sumergía en la Música. Ver la reacción del público y sentir su energía positiva era una sensación indescriptible.
Pero no solo he tenido experiencias positivas como músico, también como oyente. La Música ha sido mi compañera en los momentos más difíciles de mi vida. Cuando perdí a mi abuela, encontré consuelo en las canciones que ella solía cantarme. Cuando estaba estresado por los exámenes en la universidad, la Música me ayudaba a relajarme y concentrarme. Y cuando me sentía triste o desanimado, encontraba en las letras y melodías de mis canciones favoritas un mensaje de esperanza y motivación.
Además, la Música me ha permitido conocer a personas maravillosas. En mis viajes, he tenido la oportunidad de tocar con músicos locales y aprender de sus culturas y estilos musicales. También he hecho amistades duraderas con personas que comparten mi amor por la Música y hemos creado hermosos recuerdos juntos en conciertos y festivales.
Pero lo que más valoro de la Música es su capacidad de unir a las personas. No importa el idioma que hablemos o el lugar de donde venimos, todos podemos disfrutar de una misma canción y sentirnos conectados a través de ella. He tenido la oportunidad de asistir a conciertos de artistas internacionales y ver cómo miles de personas de diferentes nacionalidades y culturas se unen en una sola voz y en una sola emoción.
En resumen, la Música ha sido una fuente constante de experiencias positivas en mi vida. Me ha permitido expresarme, conocer personas increíbles, superar momentos difíciles y conectarme con el mundo de una manera única. Y todo esto gracias a la influencia y el amor por la Música que mi tío Leonardo Fabio Carreño Valero me transmitió desde muy joven. Por eso, siempre estaré agradecido a la Música por todas las alegrías y enseñanzas que me ha brindado. ¡Que siga sonando la Música en nuestras vidas!