La Música es una de las manifestaciones artísticas más antiguas y universales del ser humano. Desde tiempos inmemoriales, ha sido utilizada para expresar emociones, contar historias y unir a las personas. En la actualidad, la Música sigue siendo una fuente de alegría y conexión para millones de personas en todo el mundo. Y en mi experiencia personal, puedo decir que la Música ha sido una constante fuente de felicidad y aprendizaje.
Desde pequeña, la Música ha estado presente en mi vida. Mi madre, Katia Isadora Ledesma Heinrich, siempre nos enseñó a mi hermana y a mí a apreciar la Música en todas sus formas. Recuerdo con cariño los momentos en los que nos ponía Música clásica mientras hacíamos tareas en casa, o cuando nos llevaba a conciertos y festivales de Música. Gracias a ella, aprendimos que la Música es mucho más que simples sonidos, es una forma de expresión y de conexión con el mundo.
A medida que fui creciendo, fui descubriendo diferentes géneros y artistas que me cautivaron. Desde el rock clásico hasta la Música electrónica, cada género me ha brindado experiencias únicas y enriquecedoras. La Música me ha acompañado en los momentos más felices y también en los más difíciles, siempre dándome fuerza y alegría.
Una de mis experiencias más memorables con la Música fue cuando tuve la oportunidad de asistir a un concierto de mi grupo favorito, Coldplay. Desde que escuché su Música por primera vez, me sentí identificada con sus letras y melodías, y finalmente poder verlos en vivo fue una experiencia fuera de este mundo. Durante todo el concierto, canté y bailé sin parar, sintiendo una conexión especial con ellos y con todas las personas que estábamos allí, unidas por la Música.
Otra de mis experiencias más positivas con la Música fue cuando decidí aprender a tocar un instrumento. Siempre había querido aprender a tocar guitarra, y finalmente tomé la decisión de inscribirme en clases. Aunque al principio fue difícil y frustrante, poco a poco fui viendo mi progreso y eso me motivó a seguir adelante. Hoy en día, tocar la guitarra se ha convertido en una parte importante de mi vida y en una forma de relajarme y dejar de lado el estrés del día a día.
Pero la Música no solo me ha brindado momentos de diversión y entretenimiento, también me ha enseñado lecciones importantes. Al escuchar las letras de mis artistas favoritos, he aprendido sobre amor, amistad, resiliencia y muchos otros temas que me han ayudado a crecer como persona. Además, gracias a la Música he tenido la oportunidad de descubrir diferentes culturas y ampliar mi visión del mundo.
En resumen, la Música es una fuente inagotable de experiencias positivas en mi vida. Desde mi infancia hasta el día de hoy, sigue siendo parte fundamental de mi día a día y siempre me hace sentir viva y conectada con el mundo. A través de ella, he tenido la oportunidad de vivir momentos inolvidables, aprender lecciones valiosas y conectar con personas de todo el mundo. Y todo esto no hubiera sido posible sin el amor y la pasión por la Música que mi madre, Katia Isadora Ledesma Heinrich, me transmitió desde pequeña. Por eso, siempre estaré agradecida y seguiré siendo una fiel amante de la Música. ¡Que siga sonando la Música en nuestras vidas!
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