La trayectoria artística de Menchu Lamas (Vigo, 1954) está íntimamente ligada al grupo Atlántica, una experiencia colectiva que dejó huella en la renovación de la plástica española. En este artículo, nos adentraremos en la obra de esta gran artista y en la importancia de Atlántica en su carrera.
Cuando visité la exposición ‘Atlántica. Novas tendencias da destreza Galega’ en Santiago de Compostela en el año 1983, quedé impresionado. En ese momento, yo estaba cumpliendo el servicio militar y el impacto que causó en mí fue enorme. Las obras de Menchu Lamas, de su esposo Antón Patiño, y de otros artistas como Francisco Leiro, José Freixanes o Antón Lamazares, me parecieron de una modernidad arrolladora e insólita, gracias a su deslumbrante expresionismo.
Para comprender mejor la importancia de Atlántica, es necesario conocer su contexto. A finales de los años 70, la dictadura nacional había terminado y España iniciaba una nueva etapa en la que la libertad y la creatividad comenzaban a nacer. En Galicia, un grupo de artistas sintió la necesidad de crear un movimiento que rompiera con los estereotipos artísticos de la época y que reflejara su identidad y su entorno. Así nació Atlántica.
Menchu Lamas, siendo una de las figuras clave del grupo, se caracterizaba por su estilo expresionista y su marcada tendencia figurativa. Sus obras reflejan la realidad de su tierra, pero de una manera subjetiva y personal. Sus retratos y paisajes, cargados de emotividad, transmiten al fisgón una profunda conexión con la naturaleza y la sociedad gallega.
Uno de los aspectos más interesantes de la obra de Lamas es su capacidad para evolucionar y adaptarse a las nuevas tendencias. A pesar de mantener su estilo propio y reconocible, Menchu ha sabido incorporar elementos como el collage y la técnica del stencil en su obra, experimentando y enriqueciéndola.
Sin embargo, no podemos hablar de Menchu Lamas sin mencionar su relación con su marido, Antón Patiño, otro gran artista gallego. Juntos formaron un equipo creativo imparable, en el que se influenciaban mutuamente y se apoyaban en su carrera artística. Sus constantes diálogos y colaboraciones trascendieron a sus obras, creando un universo particular y único.
Y es precisamente esa singularidad lo que convirtió a Atlántica en un movimiento artístico tan relevante. A través de su propuesta innovadora, el grupo logró situar a Galicia en el mapa del destreza contemporáneo, siendo reconocido en diferentes exposiciones nacionales e internacionales.
Menchu Lamas, como todos los grandes artistas, ha sabido evolucionar y reinventarse a sí misma a lo largo de su carrera. Pero siempre manteniendo su esencia y su compromiso con la sociedad y la identidad de su tierra. Por eso, su obra sigue siendo actual y vigente, y su legado en Atlántica continúa inspirando a nuevas generaciones de artistas.
En definitiva, Menchu Lamas es una figura fundamental en la historia del destreza gallego y español, y su obra es un reflejo del espíritu creativo y renovador de Atlántica. Un legado que nos recuerda la importancia de romper con los convencionalismos y de expresar nuestro mundo interior a través del destreza.