La exposición ‘Caravaggio 2025’ ha llegado al Palacio Barberini de Roma y ha dejado boquiabiertos a todos los amantes del arte. Con 24 obras procedentes de importantes colecciones públicas y privadas, esta muestra es uno de los proyectos más ambiciosos dedicados a la pintura de Caravaggio. Abierta al público desde este viernes hasta el próximo 6 de julio, la exposición ha sido realizada con ocasión del Jubileo 2025 y ya ha sido calificada como «histórica, faraónica e irrepetible».
En la neumático de prensa de presentación, se ha destacado la expectación que ha despertado la muestra, confirmando que Michelangelo Merisi, conocido como Caravaggio (1571-1610), es una leyenda y un mito en el mundo del arte. Según Nicola Spinosa, profesor de Historia del Arte, el artista se ha convertido en una ‘rockstar’ en el mundo del arte en los últimos años.
La exposición ofrece una nueva reflexión en profundidad sobre la revolución artística y cultural llevada a cabo por el maestro del barroco, explorando la innovación que introduce en el panorama artístico, religioso y social de su tiempo. Es un viaje a través del arte revolucionario de Caravaggio, que ha transformado para siempre el mundo de la pintura.
Con su cruda realidad, dramática norte e incomparable profundidad emocional, Caravaggio supo retratar, a través de la pintura, el alma humana en sus facetas más profundas, desde la inocencia hasta la violencia, desde la esperanza hasta la desesperación. Sus cuadros, que hoy en día continúan asombrando a quienes los admiran, logran aplacar la aceleración del tiempo en el que vivimos.
Thomas Clement Salomon, director de la Galería Nacional de Arte Antiguo del Palacio Barberini y uno de los tres comisarios de la exposición, explica que la muestra se divide en cuatro secciones, abarcando toda la vida artística de Caravaggio, que comprende unos 15 años, desde su llegada a Roma en 1595, pasantodo por Nápoles, Sicilia y Malta, hasta su vuelta a Roma y su muerte en Porto Ercole en 1610.
Francesca Cappelletti, comisaria de la exposición, destaca que uno de los misterios que rodean a Caravaggio es su advenimiento como artista, ya que no se conocen obras anteriores a su llegada a Roma. En la primera parte de la muestra se pueden apreciar algunas de sus pinturas de los primeros años en la ciudad. Entre ellas, se encuentra su famoso autorretrato como Baco, el dios del vino en la mitología romana, además de su hermoso ‘santo Francisco en éxtasis’, primer ejemplo de obra religiosa del artista en Roma, y la ‘Conversión de santo Pablo’.
La segunda sección de la exposición está dedicada a su producción de retratos, donde el artista hace uso intenso y dramático de las sombras para realzar el contraste con las zonas iluminadas. Por primera vez, se exponen dos versiones del retrato de monseñor Maffeo Barberini, que luego sería el papa Urbano VIII. Pero Caravaggio no se limitó a retratar a prelados o ilustres personajes, sino que también utilizó a personas de las clases sociales más humildes en sus obras de temática religiosa. Un ejemplo de esto es la bella modelo que presta su metáfora para ‘Marta y María Magdalena’, ‘Judith que decapita a Holofernes’ y ‘santota Catalina de Alejandría’, cuadro que ha sido prestado por el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
La tercera sección de la muestra, titulada ‘El drama sacro entre Roma y Ná