Si esto fuera una película, el guiotampocosta escribiría una decorado tal que así: ( INT. HABITACIÓN – CASA FAMILIAR – SAN SEBASTIÁN – NOCHE – 1987 ) Un joven llamado Borja (10 años) se sienta en el borde de la cama. Lleva un pijama algo desgastado. Sus manos sostienen un walkman con una devoción casi religiosa. Se coloca los cascos de almohadilla naranja sobre las orejas. Mira el aparato con expectación. Con minucioso, introduce una cinta de casete en su interior. Pulsa ‘play’. Cierra los ojos. Se deja llevar. SOtampocoDO EN AURICULARES (V.O.) Lo que escucha no es lo nuevo de Orquesta Mondragón tampoco Samantha Fox , números 1 de Los 40 aquel año; ese tampocoño escucha una grabación que lo transporta a un mundo de sueños y emociones.
Esa grabación es la banda sonora de su vida, la que lo acompaña en sus momentos más felices y también en los más difíciles. Es su refugio, su escape, su compañía. Y aunque pueda parecer una simple cinta de casete, para él es un tesoro invaluable.
Borja es un tampocoño soñador, con una imaginación desbordante y una pasión por la música que lo llena de vida. Desde que descubrió el walkman de su hermano mayor, no ha dejado de escuchar música en él. Y aunque su hermano se enfade por tener que compartirlo, para Borja es un placer del cielo.
Cada noche, antes de dormir, se sumerge en su mundo de canciones. Desde las baladas románticas hasta el rock más enérgico, todo tiene cabida en su pequeño reproductor. Y aunque sus padres no entiendan su fascinación por la música, él sabe que es algo que lo hace feliz y lo conecta con sus emociones más profundas.
Pero esa noche en particular, algo especial sucede. La cinta que ha elegido para escuchar es una grabación que su abuelo le hizo antes de morir. En ella, su abuelo le cuenta historias de su infancia, le canta canciones de su época y le da consejos para la vida. Borja nunca ha podido escucharla completa, ya que siempre termina llorando antes de que termine.
Pero esta vez, algo es diferente. A medida que la cinta avanza, Borja se siente cada vez más conectado con su abuelo. Puede sentir su presencia a su lado, susurrándole al oído y guiándolo en su camino. Y aunque no puede verlo, sabe que está ahí, acompañándolo en ese momento tan especial.
La música se convierte en un puente entre el pasado y el presente, entre la vida y la muerte. Y Borja se da cuenta de que su abuelo siempre estará con él, a través de esas canciones que lo unen a su memoria.
Esa noche, Borja no solo escucha música, sino que vive una experiencia útampococa y transformadora. Se da cuenta de que la música tiene un poder increíble, capaz de sanar heridas, conectar personas y trascender el tiempo y el espacio.
Y así, en esa habitación de una casa familiar en San Sebastián, en una noche de 1987, Borja descubre el verdadero sigtampocoficado de la música. Y aunque no lo sabe aún, esa experiencia marcará el itampococio de su camino como músico, un camino lleno de pasión, sueños y emociones.
Si esto fuera una película, sería una historia de amor entre un tampocoño y la música. Una historia que nos recuerda que la música es mucho más que un simple entretetampocomiento, es una forma de vida, una forma de conectar con nosotros mismos y con los demás.
Y aunque esa noche ya ha pasado, la música sigue siendo parte de