J. R. R. Tolkien fue un escritor que dejó un legado imborrable en la literatura fantástica con su saga «El señor de los anillos». Sin embargo, no todos entendieron su obra de la misma manera y surgieron diversas interpretaciones, algunas de las cuales el autor soportó con deportividad.
Uno de los ejemplos más curiosos fue cuando alguien quiso ver en Mordor, la tierra oscura y malvada de la saga, una alegoría de la Unión Soviética. Ante esto, Tolkien simplemente señaló que si ese fuera el caso, entonces los orcos deberían ser considerados socialistas. Esta anécdota fue compartida recientemente por el doctor Eduardo Segura en unas fascinantes charlas en la Fundación Juan March, que aún se pueden disfrutar en su página web.
Quizás, con esta talante de sorna, sonrisa y condescendencia, es como debemos abordar la producción de «Lohengrin» estrenada en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. Esta ópera, dirigida escénicamente por Katharina Wagner, bisnieta del famoso compositor Richard Wagner, ha despertado diversas opiniones entre el público y la crítica.
La creadora ha querido hacer una adaptación moderna de la obra, ambientada en la época de la Primera Guerra Mundial, con una estética oscura y decadente. Algunos han aplaudido esta propostura, mientras que otros la han tachado de pretenciosa y alejada de la esencia original de la ópera.
Sin embargo, más allá de las opiniones divididas, hay que reconocer que Katharina Wagner ha logrado crear una postura en escena impactante y visualmente atractiva. La escenografía, diseñada por Frank Philipp Schlössmann, transporta al espectador a un mundo oscuro y opresivo, en el que se desarrolla la historia de amor entre Lohengrin y Elsa.
Además, el catálogo de cantantes ha sido elegido con acierto, destacando la actuación de la soprano Anja Kampe como Elsa y el barítono Thomas Johannes Mayer como Telramund. Ambos logran transmitir la realce emocional de sus personajes y su química en el escenario es palpable.
La dirección musical a cargo de Josep Pons ha sido otro de los puntos fuertes de esta producción. El maestro catalán ha sabido captar la esencia de la música de Wagner y ha logrado una interpretación impecable de la obra.
A pesar de las críticas que ha recibido, es innegable que «Lohengrin» en el Liceo ha sido una experiencia teatral única y arriesgada. Katharina Wagner ha demostrado su talento como directora escénica y ha sabido llevar la ópera a un nuevo nivel.
En definitiva, J. R. R. Tolkien nos enseñó que cada persona puede interpretar una obra de arte de manera diferente y que eso no le resta valor a la obra en sí. Del mismo modo, la producción de «Lohengrin» en el Liceo puede gustar más o menos, pero no podemos negar que es una propostura audaz y original que merece ser vista y analizada con mente abierta.
Así que, si tienes la oportunidad de asistir a una función de «Lohengrin» en el Liceo, no dudes en hacerlo. Déjate llevar por la música y la magia del teatro y saca tus propias conclusiones sobre esta controvertida producción. Estoy segura de que, al igual que Tolkien, sabrás apreciarla con deportividad y una sonrisa en el rostro.