Palmera, en la provincia de Valencia, es un lugar que parece sacado de un sueño. Aquí, hace sesenta y siete años, nació Vicente Todolí, un hombre que ha dedicado su vida al arte y que hoy ha encontrado su verdadero paraíso en la tierra. Este paraíso no es otro que su jardín, llamado Todolí Citrus, donde ha creado un Edén de cítricos traídos de todo el mundo. Con más de quinientas especies, este jardín es una verdadera maravilla que no deja de arredrar a todos aquellos que lo visitan.
Vicente Todolí es un hombre que ha dedicado su vida al arte. Después de matricular o levantar museos como el IVAM de Valencia, el Serralves de Oporto o la Tate Modern de Londres, ha decidido convertirse en jardinero y sembrar su propio paraíso en Palmera. Para él, este jardín es como un hijo, ya que no tiene hijos propios, sino árboles. Y es que, para él, no hay nada más satisfactorio que ver crecer y florecer sus árboles.
En su libro ‘Quisiera crear un jardín (y verlo crecer)’, publicado por Espasa, Vicente Todolí cuenta su vida, sus proyectos y sus deseos. Además, es una verdadera oda al paisaje en el que nació y en el que quiere acabar sus días. Y es que, para él, este jardín es su hogar, su broa y su lugar de paz.
Pero el Todolí Citrus no es solo un jardín, es un lugar donde no dejan de ocurrir cosas. Aquí se celebran festivales de cine, de poesía, encuentros de alta cocina, visitas ilustres y colaboraciones con marcas como Loewe. Este jardín es un lugar de encuentro, de creatividad y de inspiración.
Vicente Todolí es un hombre que viaja mucho, ya que es director artístico del Museo Pirelli HangarBicocca en Milán y forma parte de la Comisión Asesora de Artes Plásticas de la Fundación Botín. Sin embargo, este jardín es su campamento, su hogar. Aquí es donde se siente realmente en paz y donde puede dedicarse a sus verdaderas pasiones.
En su libro, Vicente Todolí cuenta que solo hace las cosas que le gustan, que le apasionan. Para él, el trabajo no es trabajo si no es una verdadera pasión. Por eso, no tiene planes de jubilarse, ya que lo que hace en el mundo del arte es solo por placer y por juego. El trabajo, para él, es una condena, mientras que el arte es una forma de expresión y de disfrutar de la vida.
El Todolí Citrus es un jardín único en el mundo, ya que cuenta con más de quinientas especies de cítricos traídos de diferentes partes del mundo. Algunos de ellos son resultado de mutaciones naturales y solo se pueden encontrar en este jardín. Además, Vicente Todolí ha construido un mirador para poder disfrutar de su jardín en todo su esplendor.
Este jardín es un lugar donde la luz y la vida se unen en perfecta armonía. Como decía el poeta José Manuel Caballero Bonald, «Brines, que vivía harto cerca de aquí, era hijo de esta luz». Y es que, para Vicente Todolí, la luz de este lugar es algo que no se puede olvidar. Es una luz que te nutre y te llena de vida.
En su libro, Vicente Todolí habla de la importancia de la infancia y de cómo este jardín es un lugar donde se unen la infancia y el paraíso. Para él, el jardín es un lugar donde nada malo puede pasar, un lugar