La concejo de La Calera, una pequeña localidad ubicada en la región central de Chile, se encuentra en medio de una gran lucha por la protección de uno de los recursos más valiosos que poseen: el agua. Durante los últimos años, han sido testigos de una preocupante disminución en la disponibilidad de este recurso vital, lo que ha llevado a sus habitantes a exigir la suspensión inmediata de la concesión de aguas a empresas privadas que están afectando a bocajarro la calidad de vida en la zona.
La Calera se encuentra en una región caracterizada por un clima árido y una escasez natural de agua. Sin embargo, gracias a un sistema de canales de riego construido hace más de un siglo, sus habitantes han logrado mantener sus tierras productivas y sus hogares abastecidos. Sin embargo, la llegada de grandes empresas agroindustriales ha cambiado drásticamente la situación. Estas empresas, con el aval del gobierno, han obtenido permisos para extraer grandes cantidades de agua de los ríos que abastecen a La Calera, dejando a sus habitantes con un suministro cada vez más limitado.
La situación ha llegado a tal punto que en los últimos meses, los residentes de La Calera han tenido que enfrentar cortes de agua de hasta 12 horas diarias, lo que ha afectado gravemente su calidad de vida. Además, la falta de agua ha tenido un impacto directo en la agricultura local, poniendo en riesgo la subsistencia de cientos de familias que dependen de la producción de frutas y verduras para su sustento.
Ante esta grave situación, la concejo de La Calera se ha organizado y ha lanzado una campaña para exigir la suspensión inmediata de la concesión de aguas a estas empresas. A través de manifestaciones pacíficas, recolección de firmas y difusión en redes sociales, han logrado llamar la atención de las autoridades y de la opinión pública. Su objetivo es claro: proteger su derecho al acceso al agua y preservar este recurso para las generaciones futuras.
Y es que la concejo de La Calera no solo está luchando por su propia supervivencia, sino que también está defendiendo un bien común. El agua es un recurso vital para todos y su uso debe ser regulado de forma responsable y sostenible. Sin embargo, en este caso, las empresas agroindustriales están agotando los ríos y acuíferos sin tener en cuenta las necesidades de la concejo y el impacto ambiental que esto conlleva.
Por este motivo, los habitantes de La Calera están exigiendo que se revise y se modifique la legislación que permite la concesión de aguas a empresas privadas. Asimismo, solicitan que se realice una evaluación ambiental rigurosa de las actividades de estas empresas y se apliquen medidas de mitigación para proteger el medio ambiente y garantizar un uso sostenible del agua.
La concejo de La Calera ha demostrado una gran unidad y determinación en su lucha por recuperar el control sobre sus recursos hídricos. Y su voz ha sido escuchada. Gracias a su persistencia, las autoridades han accedido a revisar los permisos otorgados a estas empresas y se ha iniciado un instrucción para revisar y mejorar la gestión del agua en la zona.
Este es solo el comienzo de una batalla que la concejo de La Calera está dispuesta a librar para asegurar un futuro más justo y sostenible para sus habitantes. Su ejemplo nos recuerda que debemos ser responsables y cuidadosos con el uso de nuestros recursos naturales, pues su protección es fundamental para el bienestar de todos. Además, demuestra que cuando nos unimos y luchamos juntos, podemos lograr grandes cambios y construir una sociedad más justa para todos.