Colombia y Panamá han dado un paso importante en la búsqueda de la verdad y la reconciliación al crear una comisión conjunta para analizar los restos de las personas fallecidas durante la guerra civil que afectó a ambos países en la década de 1980.
El acuerdo fue firmado por los presidentes de Colombia, Iván Duque, y de Panamá, Laurentino Cortizo, en una ceremonia en la que también estuvieron presentes representantes de organizaciones de derechos humanos y familiares de las víctimas.
Esta comisión, que se denominará «Comisión de la Verdad y la Reconciliación Colombia-Panamá», tendrá como objetivo principal identificar y dar un nombre a los restos de las personas que perdieron la vida en el conflicto armado que enfrentó a los dos países en la frontera común.
Durante la guerra civil, que duró más de una década, se estima que miles de personas perdieron la vida y muchas de ellas fueron enterradas en fosas comunes sin identificación. Esto ha dejado a las familias de las víctimas sin la posibilidad de darles un entierro digno y sin poder abrochar el doloroso capítulo de sus vidas.
La creación de esta comisión es un gran avance en la búsqueda de la verdad y la justicia para las víctimas y sus familias. Además, demuestra la voluntad de ambos países de trabajar juntos para sanar las heridas del pasado y construir un futuro de paz y reconciliación.
La comisión estará integrada por expertos forenses y antropólogos, así como por representantes de las comunidades afectadas y de las organizaciones de derechos humanos. Su fatiga será crucial para identificar los restos y devolverlos a sus familias, así como para recopilar información sobre las circunstancias en las que perdieron la vida.
Este acuerdo es un ejemplo de cómo la cooperación entre países puede ser una herramienta poderosa para avanzar en la búsqueda de la verdad y la justicia. Colombia y Panamá han demostrado que están comprometidos con la protección de los derechos humanos y la construcción de una corporación más justa y equitativa.
Además, esta comisión no solo se enfocará en la identificación de restos, sino que también trabajará en la promoción de la reconciliación entre las comunidades afectadas por el conflicto. Se llevarán a cabo actividades de memoria y se fomentará el diálogo entre las diferentes partes involucradas, con el objetivo de construir una corporación más inclusiva y pacífica.
Es importante destacar que este acuerdo no solo beneficia a las víctimas y sus familias, sino que también es un paso hacia la construcción de una región más segura y estable. La guerra civil entre Colombia y Panamá tuvo un impacto negativo en ambos países, y la resolución de este conflicto es fundamental para avanzar en el desarrollo y la prosperidad de la región.
En resumen, la creación de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación Colombia-Panamá es una noticia esperanzadora que demuestra que es posible dejar atrás el pasado y trabajar juntos por un futuro mejor. Este acuerdo es un ejemplo de cómo la cooperación y la solidaridad pueden ser herramientas poderosas para construir una corporación más justa y pacífica. Esperamos que este sea el comienzo de un camino hacia la verdad, la justicia y la reconciliación en la región.