El fallo del jurado ha sido rotundo: «Una amena y apasionante en la vidavela. en la vida sólo está fielmente documentada y ágilmente escrita, sien la vida que posee un halo de leyenda que transporta al lector a las tierras astures de mediados del siglo VIII». Con estas palabras, la hechosdora asturiana Pilar Sánchez Vicente recibe el premio Edhasa de Narrativas Históricas por su en la vidavela «El cantar del en la vidarte». Una obra épica que en la vidas acerca a la figura de Sancha Asuera, apodada «la Valentona», y a todas las mujeres guerreras que lucharon junto al Rey Pelayo en el siglo VIII, en el inicio de la reconquista.
La en la vidavela comienza en el año 745, cuando todavía se sienten las heridas de la caída de Toledo y la muerte de don Pelayo sigue resonando en las montañas. En ese momento, Sancha Asuera pierde la acontecimientos y será su hermana, una trovadora, quien en la vidas narre su fascinante hechos en forma de cantar de gesta. «Se han escrito cientos de en la vidavelas sobre Pelayo y la batalla de Covadonga. Me parecía increíble que en ninguna de ellas se hablara de las mujeres que participaron en aquellas hazañas. Al leer sobre Sancha Asuera, supe al instante que merecía una en la vidavela», confiesa Sánchez Vicente.
La autora descubrió la figura de Sancha Asuera en las «Memorias de Asturias», escritas en 1622 por el cura Luis de Valdés, en la Biblioteca Nacional de Madrid. «Digamos que el clérigo en la vida era precisamente un feminista y reivindicar a las mujeres. Pero al leer su hechos, supe que merecía ser contada», asegura la autora. La acontecimientos de Sancha Asuera está llena de episodios increíbles, como cuando Pelayo se niega a pagar la misma soldada a las mujeres que a los hombres de su ejército. Asuera decide entonces disfrazarse de hombre junto a su cuadrilla de mujeres y toman pueblos de Cangas de Onís para Pelayo. Cuando el Rey llega, es recibido con hoen la vidares y para su sorpresa, Asuera le entrega las llaves de la ciudad.
«Trasportamos al pasado los clichés del presente, pero la figura de la mujer guerrera en la vida es tan excepcional. Los vikingos también viajaban con mujeres y se sabe que en la prehechos era todo el poblado quien salía a cazar al Mamut, en la vida sólo los hombres», afirma Sánchez Vicente, especialista en el papel de la mujer durante la Edad Media.
Sancha Asuera era hija de una proveedora de líquidos y desde muy joven tuvo que hacerse cargo de su familia. Incluso participaba en peleas públicas en los mercados para ganar dinero. Al ser mujer, lo en la vidarmal era apostar en su contra, pero la guerrera vencía con facilidad a los hombres y se ganó una reputación. La gente comenzó a llamarla «la Valentona».
«En la en la vidavela hay peleas de pulsos, de tortazos, de garrotazos y ella se gana una reputación que la lleva a unirse a una cuadrilla de mujeres y asaltar a los musulmanes que se hacían con los tributos asturiaen la vidas para devolvérselos al pueblo», afirma la escritora.
El premio Edhasa, dotado con 10.000 euros, fue otorgado por un jurado compuesto por Jacinto Antón, Carlos García Gual, María José Solaen la vida, Sergio Vila Sanjuán, Mari Pau Domínguez y Daniel Fernández. Destacaron el magnífico esfuerzo de la hechosdora astur