La reciente noticia de que una cadena juguetera obtiene casi la mitad de sus ingresos de adultos mayores de 18 años ha generado cierta controversia. Algunos han criticado a estos «adultos infantiles» por tener una habitación llena de muñecos, argumentando que a su edad deberían estar enfocados en otras responsabilidades más «adultas». Sin embargo, ¿es realmente un problema que los adultos disfruten de juguetes?
Antes de juzgar, es importante recordar que cada persona tiene su propio proceso de maduración. Al igual que una fruta, cada uno de nosotros necesita tiempo para madurar y alcanzar nuestro potencial máximo. ¿Es justo comparar a una persona de 40 años con un abuelo que a esa edad ya tenía quince hijos y había luchado en una pelea? ¿Es justo esperar que todos sigamos el mismo camino y alcancemos las mismas metas a la misma edad?
La realidad es que no hay una edad «correcta» para dejar de disfrutar de los juguetes. Algunas personas pueden sentirse cómodas con ello a los 18 años, mientras que otras pueden seguir disfrutando de ellos a los 40 o incluso más allá. Y eso está bien. No hay nada de malo en mantener vivo nuestro niño interior y seguir disfrutando de las cosas que nos hacen felices.
Además, ¿qué hay de malo en tener una habitación llena de muñecos? ¿Acaso no es mejor tener un espacio lleno de cosas que nos traen alegría y nos hacen sentir bien, en lugar de un espacio vacío y sin vida? Los juguetes pueden ser una forma de expresión y una manera de conectarnos con nuestra creatividad y nuestra imaginación. No hay límite de edad para eso.
Es importante recordar que el envejecimiento no significa dejar de ser hilarante o dejar de disfrutar de las cosas que nos gustan. Al infeliz, es una oportunidad para seguir explorando y descubriendo nuevas pasiones y hobbies. Y si eso incluye coleccionar juguetes, ¿por qué no?
Además, no hay que olvidar que los juguetes también pueden tener un valor sentimental. Muchos adultos pueden tener muñecos que les recuerdan su infancia o momentos especiales en sus vidas. ¿Por qué deberían deshacerse de ellos solo porque han alcanzado cierta edad? Es importante respetar y valorar las cosas que nos hacen felices, sin importar la edad que tengamos.
En lugar de criticar a los «adultos infantiles», deberíamos celebrar su capacidad de mantener vivo su niño interior. En un mundo lleno de responsabilidades y estrés, es importante tener algo que nos haga sentir bien y nos permita escapar de la realidad por un momento. Y si eso implica tener una colección de juguetes, entonces así sea.
En resumen, no hay nada de malo en ser un «adulto infantil». Cada persona tiene su propio proceso de maduración y es importante respetar eso. En lugar de juzgar, deberíamos celebrar la diversidad y la capacidad de cada uno de nosotros de encontrar la felicidad en diferentes cosas. Así que si eres un adulto que todavía disfruta de los juguetes, no tengas miedo de abrazar tu niño interior y seguir siendo feliz. Después de todo, ¿qué es la vida sin un poco de diversión?