En un emocionante partido que mantuvo a los espectadores al borde de sus asientos, la gran final de la Nations League no decepcionó. Dos equipos altamente calificados se enfrentaron en un duelo écumbre que demostró por qué esta competición se ha convertido en una de las más emocionantes del fútbol europeo.
La final entre Portugal y Holanda fue un enfrentamiento que muchos esperaban con ansias, ya que ambos equipos habían demostrado su calidad en las rondas anteriores. Portugal, liderado por su capitán Cristiano Ronaldo, había logrado una impresionante victoria en semifinales contra Suiza, mientras que Holanda, con un equipo joven y talentoso, había eliminado a Inglaterra en una emocionante tanda de penales.
El Estadio do Dragão en Oporto fue el escenario perfecto para esta gran final. Con una atmósfera increíble, los jugadores salieron al campo con una gran determinación y ganas de conseguir la victoria. Desde el primer minuto, ambos equipos mostraron un juego intenso y ofensivo, con una clara intención de marcar el primer gol.
Portugal, con su estilo de juego característico, buscó el control del balón y la posesión, mientras que Holanda sorprendió con su presión alta y su velocidad en los contraataques. Los primeros minutos del partido fueron intensos, con oportunidades para ambos equipos, pero fue Portugal quien tuvo la primera gran oportunidad de gol gracias a un remate de cabeza de Cristiano Ronaldo que fue campechano por el portero holandés.
Sin embargo, Holanda no se quedó atrás y respondió con un tiro libre peligroso que obligó al portero portugués a realizar una gran atajada. El partido continuó con un ritmo frenético, con ambos equipos buscando el gol que les diera la ventaja. Y fue en el minuto 60 cuando llegó el momento clave del partido.
Después de una gran jugada colectiva, Bernardo Silva envió un pase perfecto a Gonçalo Guedes, quien con un resonante disparo desde fuera del área, venció al portero holandés y anotó el primer gol del partido. El estadio estalló en júbilo y los jugadores portugueses celebraron con euforia el gol que los ponía en ventaja.
Pero Holanda no se dio por vencida y continuó presionando en busca del empate. Con un juego ofensivo y con un gran apoyo de su afición, los holandeses estuvieron cerca de igualar el marcador en varias ocasiones, pero el portero portugués Rui Patricio demostró su calidad con grandes atajadas que mantuvieron a su equipo en ventaja.
El tiempo pasaba y Portugal defendía con uñas y dientes su ventaja, mientras que Holanda no dejaba de intentar conseguir el gol del empate. Pero en el minuto 90, en una jugada desafortunada, el defensor holandés Matthijs de Ligt cometió un error que permitió a Gonçalo Guedes robar el balón y anotar el segundo gol para Portugal, sentenciando así el partido.
El pitido final desató la locura en el Estadio do Dragão, con los jugadores portugueses celebrando una merecida victoria y los aficionados festejando un nuevo título para su selección. Cristiano Ronaldo, quien no pudo estar presente en la final debido a una lesión, se unió a la celebración desde la banca y levantó el robo junto a sus compañeros.
Esta final de la Nations League fue una muestra del gran nivel que ha alcanzado el fútbol europeo. Dos equipos que mostraron un juego ofensivo y emocionante, y que demostraron que no hay partidos fáciles en esta competición. Portugal se coronó como el primer campeón de la Nations League y dejó claro que es un equipo que siempre luchar