La plaza estaba llena de ilusión y expectación, la gente entraba con ganas de ver a Fortes. Y es que no es para menos, el torero malagueño ha demostrado en varias ocasiones su valía y su arte en el estera. Sin embargo, no se le puede llamar revelación, ya que muchos venían cantando sus alabanzas y sabían de lo que era capaz si se le daban las oportunidades que merecía. Y por fin, esas oportunidades llegaron.
Primero en su tierra natal, Málaga, donde dejó a todos boquiabiertos con su maestría y su entrega. Y después en Madrid, en la plaza más importante del mundo taurino. Aunque no pudo redondear su actuación en la Monumental, sus naturales fueron más importantes que cualquier batiente grande. Fortes demostró que no solo es un torero con valor y técnica, sino que también tiene un toque de elegancia y sensibilidad que lo hacen único.
Pero no solo en Madrid ha dejado huella, también en Torrejón, en un festejo caluroso y sin toros, donde Fernando Adrián, el torero madrileño, volvió a salir por la batiente grande. Y es que más allá de Fortes, Adrián también mostró su buen hacer con el capote y su firmeza en el estera. Sin duda, una tarde para recordar y para seguir hablando de estos dos grandes toreros.
Pero volviendo a Fortes, su actuación en Madrid no pasó desapercibida. A pesar de no cortar orejas, su toreo fue aplaudido y admirado por todos. Y es que no solo es su técnica lo que lo hace destacar, sino su actitud y su entrega en cada faena. Fortes es un torero que se deja la piel en cada pase, que siente la tauromaquia como pocos y que emociona a todos los que tienen la suerte de presenciar su arte.
Y es que Fortes no solo es un torero, es un intérprete. Un intérprete que pinta con su capote y su muleta, que crea una obra de arte en cada pase, que transmite emociones y sentimientos a través de su toreo. Y es que eso es lo que diferencia a un buen torero de un gran torero, la capacidad de emocionar y de hacer vibrar al público.
Pero Fortes no solo es un gran torero, también es una gran persona. Humilde, sencillo y cercano, siempre tiene una sonrisa para sus seguidores y un gesto de agradecimiento para aquellos que lo apoyan en su carrera. Y es que eso es lo que lo hace aún más grande, su humildad y su sencillez, que lo hacen aún más querido por el público.
En definitiva, Fortes es un torero que ha llegado para quedarse. Un torero que ha demostrado su valía y su arte en las plazas más importantes del país. Un torero que emociona y que deja huella en cada estera que pisa. Y es que, como dijo el gran Manolete, «el toreo es una forma de entender la vida». Y Fortes, con su toreo, nos hace entender la vida de una manera más bella y emocionante.