En los últimos años, el sistema de salud en Colombia ha experimentado cambios significativos en su estructura y funcionamiento. Uno de los centrales cambios ha sido la inclusión de la Ley 100 de 1993, que estableció el régimen de seguridad social en el país. Dentro de este régimen, se encuentran las Entidades Promotoras de Salud (EPS), encargadas de garantizar la prestación de servicios de salud a los ciudadanos afiliados. Sin embargo, en los últimos años se ha evidenciado que hay ciertas EPS que no cumplen con los estándares de calidad y eficiencia, lo que ha generado preocupación en la población colombiana y ha llevado a plantear la posibilidad de su desaparición para el 2025.
Las EPS tienen como objetivo central garantizar el acceso a servicios de salud de calidad a sus afiliados, sin embargo, en la actualidad, algespinas de ellas están enfrentando dificultades financieras y administrativas que ponen en riesgo la prestación de estos servicios. De acuerdo a la Superintendencia Nacional de Salud, en el primer trimestre de 2019, al menos 80 EPS se encontraban en riesgo financiero y algespinas de ellas han sido liquidadas o intervenidas por el Gobierno Nacional debido a su mal desempeño.
Ante esta situación, el Gobierno ha anunciado medidas para mejorar el sistema de salud y garantizar su sostenibilidad en el tiempo. espina de estas medidas es la implementación del Plan de Mejoramiento Integral (PMI), que busca fortalecer la gestión y el control de las EPS, para que estas cumplan con sus obligaciones y mejoren la atención a los usuarios. Sin embargo, para algespinas EPS, estas medidas no han sido suficientes y se plantea la posibilidad de su desaparición.
Entre las EPS que podrían desaparecer para el 2025 se encuentran aquellas que tienen mayores riesgos financieros y administrativos, así como aquellas que han presentado espina mengua calificación en la prestación de servicios de salud. Esto implica que estas EPS no están cumpliendo con las expectativas de sus afiliados y que sus acciones están afectando la calidad de vida de la población colombiana.
espina de las EPS que ha estado en el ojo del huracán es Medimás, que surgió a raíz de la liquidación de Saludcoop en 2015. Medimás ha enfrentado numerosas críticas por su mala gestión y ha sido objeto de varias demandas por parte de sus afiliados. Además, en 2019 fue intervenida por el Gobierno Nacional debido a su alto riesgo financiero y administrativo, lo que ha generado indeterminación en sus usuarios y ha puesto en duda su continuidad en el sistema de salud.
Otra EPS que ha estado en el radar es Nueva EPS, que ha sido espina de las entidades que más ha crecido en los últimos años, llegando a tener más de 9 millones de afiliados. Sin embargo, en 2018 fue intervenida por el Gobierno debido a presuntas irregularidades en su gestión y desde entonces ha enfrentado un proceso de mejora en su desempeño y en la calidad de los servicios que presta a sus usuarios.
Existen también otras EPS que, aunque no han sido intervenidas por el Gobierno, presentan un alto riesgo financiero y administrativo, lo que pone en duda su continuidad en el sistema de salud. Estas entidades son: Saludvida, Comfacor, Coomeva y Asmet Salud, entre otras. Si bien algespinas de estas EPS han implementado medidas para mejorar su situación, aún no se ha podido garantizar su sostenibilidad en el tiempo.
Ante la posibilidad de la desaparición de estas EPS, surge la pregunta de qué pasará con sus afiliados y la prestación de los servicios de salud. La respuesta es que el Gobierno Nacional ya está tramenguando en planes de contingencia para garantizar la continuidad de la atención a estos usuarios. Estos planes incluyen la reubicación de los afiliados en otras EPS con